Bravo regala al City otra ronda
El chileno detuvo dos lanzamientos en la tanda de penaltis y clasifica a los de Guardiola a cuartos
A un partido se quedó el City de Guardiola de lograr doce victorias consecutivas (0-0), lo que hubiera supuesto batir el récord histórico de la entidad. No llegó la marca, pero sí la clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga, encomendado a un Claudio Bravo endiosado, imprescindible durante el choque y en la tanda de penaltis, donde se decidió la suerte de una eliminatoria competida hasta el final.
El City se encasquilló, falto de adrenalina ante el Wolves, totalmente desnaturalizado con respecto a las últimas semanas. Los de Nuno, en cambio, se abrigaron durante los noventa minutos con mucho oficio, hasta el punto de desquiciar a los locales, que no lograron ocasiones flagrantes. Sí que dispuso de ellas el Wolves -líder de la segunda división inglesa-, siempre reducidos por el acierto de Bravo. El chileno salvó literalmente al City con tres paradas prodigiosas durante el partido, capaz de neutralizar el desparpajo del cuadro de Staffordshire.
En la prórroga el City se volcó, exigido por el temor de caer en ridículo, pero ni las entradas de De Bruyne y de Sané le permitieron a los pupilos de Guardiola decantar la balanza a su favor. Fue en la tanda de penaltis cuando se desató la locura en el Etihad. Bravo atajó dos de los lanzamientos y Agüero, a lo Panenka, dio el pase a la siguiente ronda. El susto fue mayúsculo, pero el City evitó la sorpresa.
El United recupera crédito
No se fió el United del Swansea (0-2), precavido como llegó a Gales después del tropiezo en Premier ante el Huddersfield. Con un once repleto de caras habituales, Mou- rinho se tomó en serio la Copa de la Liga, torneo que ya levantó en su primer año a cargo de los diablos rojos. Ante los de Clement, sin embargo, el ritmo fue más bien bajo, poco dados al riesgo unos y otros. Más pendientes del error del rival, Swansea y United mostraron una versión conservadora, conscientes de que se lo jugaban todo al cara o cruz.
Lingard, sin embargo, anotó el primer gol después de una jugada vertical entre Herrera y Rashford (21’) y el mismo futbolista inglés, tras la reanudación, cabeceó desde prácticamente el balcón del área un centro de Darmian para establecer el 0-2 definitivo (59’). Un triunfo que le sirve a Mourinho para recuperar crédito