“NO ME VEO LLENANDO EL HUECO DE ARU”
En medio de un no parar de idas y venidas en los equipos ciclistas, se confirma que Pello Bilbao seguirá dos años más en el Astana, equipo al que llegó en este 2017 procedente del Caja Rural. El de Gernika conversa con MD sobre su buena adaptación al conjunto kazajo y sus aspiraciones para el próximo 2018.
¿Satisfecho con su renovación para los dos próximos años?
Sí, muy satisfecho. Me da una tranquilidad, eso para el ciclista es muy importante, porque puede haber cualquier tipo de desgracia o una temporada que no salga bien. Para mí era una de las prioridades disponer de un contrato por dos años y la segunda era continuar en el equipo. Para mí, la adaptación no fue fácil al principio. Cambio de material, aprender un nuevo idioma (italiano), conocer a 80 personas entre staff y corredores, eso lleva un período. Después de eso, me he encontrado muy cómodo. Y una vez adaptado, quería seguir sí o sí con el Astana. Ellos también tenían interés y hemos podido llegar a un acuerdo.
¿Tenía alguna otra novia?
Había un par de opciones más, pero no las hemos trabajado demasiado, porque en todo momento daba prioridad a continuar en el equipo. Lo que queríamos era pelear por mejorar el contrato y ampliarlo a dos años.
Comentaba antes que su adaptación fue difícil al inicio. Algo lógico, teniendo en cuenta que su carrera, hasta el año pasado, se había desarrollado siempre en equipos de casa: Orbea, Euskaltel y Caja Rural.
Ha sido un cambio en todos los sentidos. Estaba motivado para afrontarlo, porque lo de salir fuera era algo que buscaba. Me llamaba lo de tener una experiencia diferente. Al principio sentía que necesitaba un poco de tiempo para hacerme al equipo. Pero me he encontrado un grupo de trabajo estupendo. Además, el preparador es de aquí, Aritz Arberas, muchos auxiliares son españoles y eso de que haya alguien más cercano te ayuda a sentirte como en casa.
Esta renovación supone un reconocimiento al trabajo en su primera campaña en el Astana. ¿Está contento con este 2017?
Sí. Sobre todo con el remate de la temporada, en la que he dado un nivel que ni siquiera yo esperaba. Al inicio me costó encontrar sensaciones y he tenido que afrontar un calendario muy extenso, casi todo pruebas de World Tour, lo que ha supuesto un desgaste importante. Pero una vez asimilado ese bloque de carreras, me he encontrado bien. He sido capaz de completar dos vueltas grandes como Giro y Vuelta llegando bien a la última semana. Hago una buena valoración. Es un buen punto de partida para afrontar el próximo año con otras garantías.
¿Le queda alguna espinita?
Hombre... Que no he conseguido rematar ninguna carrera. Pero tampoco ha sido un objetivo prioritario para mí. La mayor parte de la temporada me ha tocado trabajar para otros. Si algo le pediría al próximo año es tener alguna pequeña oportunidad para mí y ojalá que cuando la tenga, también tenga las piernas para rematar.
Aquella etapa del Giro con final en Piancavallo, en la que ganó Landa y usted acabó cuarto, ha sido su momento de mayor visibilidad en esta campaña.
Sí, ha sido el momento en el que más cerca he estado de luchar por una etapa, aunque es un decir, porque Mikel nos dio una tremenda exhibición. Pero estuve cerca de Rui Costa, Pierre Roland... Corredores de gran nivel, buenos escaladores. Fue un pequeño destello que tuve en un Giro que no fue el mejor para mí.
La actualidad en el Astana pasa por el anuncio de la marcha de Fabio Aru. Sin duda, una baja importante.
Sí, está claro. Ha sido el que más visibilidad nos ha dado en el Tour, uno de los líderes en la Vuelta... Teniendo en cuenta que no ha habido más fichajes de esas garantías para el próximo año, deja un hueco importante. Pero ya vimos en la Vuelta que Miguel Ángel López ha tenido una progresión impresionante y es el que va a llenar el hueco que nos ha dejado Fabio.
No hay mal que por bien no venga. Quizás ese hueco dejado por Aru le puede servir a usted para subir un peldaño en la cadena de mando del Astana...
No sé... No me veo llenando el hueco de Fabio. Él estaba muy enfocado a disputar carreras de tres semanas y hoy por hoy no me veo en esa situación. Es cierto que el equipo ahora solo tiene dos líderes claros y debemos afrontar un calendario muy extenso. En carreras de una semana, estando al nivel que he estado en la Vuelta a España, podría tener alguna oportunidad de disputarlas.
Este año ha doblado Giro y Vuelta, pero hay una grande que aún no ha disputado. ¿Le gustaría estrenarse en 2018 en el Tour?
Va a ser difícil. Los tiros van a ir más o menos por el mismo camino que este año. El 2018 quizás no va a ser el año, pero sí me gustaría probar antes o después.
¿El año que acabe alguna etapa en Bilbao, por ejemplo?
Sería una buena excusa para pedirle al equipo ir al Tour