El Zalgiris de Jasikevicius endosa al Barça su tercer revés seguido
Tras las derrotas en las pistas del Estrella Roja el viernes y del Estudiantes el domingo, el equipo azulgrana no levantó cabeza en el Palau
En cinco días el Barça Lassa ha pasado de ser la gran sensación de este arranque de temporada a un equipo en plena crisis, frágil en sus hechuras y con las ideas muy poco claras. El Zalgiris de Sarunas Jasikevicius endosó ayer a los azulgrana su tercera derrota consecutiva tras las cosechadas el viernes en la pista del Estrella Roja (90-82) y el domingo en la del Movistar Estudiantes (80-70). Y, sin tiempo para lamentaciones, el conjunto de Sito Alonso coge hoy el avión para viajar hasta Milán, donde mañana visita a un Armani que ayer puso en serios apuros al Real Madrid en el WiZink Center.
¿Qué le ha pasado al Barça para que cambie su cara de forma tan radical en unos días? La primera explicación es que el brillo de las cinco primeras victorias de la temporadas era engañoso, con mucho sufrimiento ante Baskonia y Divina Joventut y ante rivales de escaso peso (Obradoiro y Burgos) o que se entregaron mucho antes del final (Panathinaikos). Ni entonces era el Barça tan bueno ni ahora es tan malo.
El equipo azulgrana está sufriendo problemas de juventud, normales en un equipo con más de la mitad de caras nuevas, además del entrenador. Con el viento a favor las cosas funcionan pero a la que surgen los primeros problemas al grupo le falta la confianza y los automatismos para superar esas situaciones comprometidas. Muchos jugadores continúan buscando su sitio, los roles no están muy definidos (Seraphin jugó solo cinco minutos el domingo en detrimento de Tomic, ayer fue justo al revés) y la defensa es la principal perjudicada, pues en ataque el talento individual logra disimular muchas cosas.
Jasikevicius, que hasta el mes de junio era el principal candidato del Barça para sustituir a Georgios Bartzokas, vio al final como el club azulgrana desestimaba su fichaje y apostaba por Sito Alonso. El lituano a buen seguro tenía marcado en rojo el partido de ayer en el Palau y la verdad es que dio toda una lección de dirección de equipo. El Zalgiris siguió al pie de la letra el plan de partido, defendiendo con intensidad y atacando con mucha paciencia pero también con mucha actividad, con el balón y los jugadores siempre en movimiento hasta encontrar la mejor opción. Los dos bases, Kevin Pangos y Vasilje Micic, superaron por completo a Thomas Heurtel y a un desquiciado Phil Pressey (-7 de valoración) para liderar a su equipo hacia una merecida victoria.
El Barça dominó los compases iniciales pero a la que el Zalgiris tomó la delantera (12-14) ya nunca fue por detrás en el marcador. Los lituanos se retiraron seis puntos arriba al descanso ante un rival negado atrás (39-45) y lograron contener tras el descanso todas las acometidas de un Barça que funcionaba más por fogonazos de sus individualidades, sobre todo de Hanga (19 puntos) o Koponen (13), que por un buen juego colectivo.
Los azulgrana se pusieron a tres puntos (54-57) en el minuto 29, pero un triple de Micic y dos tiros libres de Davies volvieron a abrir una brecha (54-62) que el Barça ya no pudo cerrar