“Sí, se hace duro no jugar”
Toño Ramírez terminó “contento” en Lleida y admite que salió al campo “con un poco de presión”
“Dos objetivos cumplidos en uno”, decía Toño Ramírez a los pocos minutos de haber tramitado su expediente más comprometido: solventar el cometido con año y medio como suplente a sus espaldas. “No era fácil”, razonaba ayer el portero en el programa ‘Fuera de Juego’ de Radio Euskadi.
Recordaba el meta riojano de la Real que “venía de estar año y pico sin jugar” y admitía abiertamente que saltó al campo del Lleida con “un poco de presión”. Significó asimismo que “a medida que avanzaba el partido fui teniendo más confianza”.
El éxito fue rotundo. El guardameta txuri urdin no recibió un solo gol, aportó seguridad en las salidas, tranquilidad al jugar el balón con los pies e intervino con enorme acierto en una parada de la segunda parte, a lanzamiento de José Luis Valiente. Toño repelió con impecables facultades técnicas: despeje fuerte y a un lado, adelantándose al temerario bote del esférico. Parada de primer nivel, notable.
“Así como la primera parte fue nuestra”, relató el cancerbero, añadió que “en la segunda nos lo pusieron un poco más complicado”. No lanza las campanas al vuelo en cuanto la resolución de la eliminatoria, aunque el 0-1 haga pensar que la Real pasará a octavos de final sin despeinarse.
“Bueno, bueno, todavía hay que jugar el partido de vuelta porque el resultado no es abultado”, matiza Toño. Eso sí, cree que la Real tiene “mucho ganado con la portería a cero, pero hay que cerrar la eliminatoria”, insiste.
Toño fue diplomático y a la pregunta de si es duro ser portero suplente por sistema, contestó que “sí” y argumentó que “al final, todos competimos en los entrenamientos para jugar el fin de semana”.
Un nuevo escenario
Como el que no quiere la cosa, la situación de Toño en la Real se adentra poco a poco en tiempos de mucha trascendencia. Siendo el reserva claro, su contrato expira al término de la presente temporada y el guardameta tiene 31 años. La flor de la carrera profesional para custodiar una portería.
Eusebio fue contumaz el año pasado cuando apareció en escena la Copa del Rey. Jugar contra un equipo de Segunda División como el Valladolid no fue óbice para sentar a Gerónimo Rulli. Ni siquiera en la vuelta, cuando la Real tenía la serie a buen recaudo (ganó 1-3 en Zorrilla). Ese escenario ha cambiado esta temporada.
Se escuda Toño Ramírez en que “si trabajas, te llega el premio” y aclara que “la competencia es sana y me llevo muy bien con Gero Rulli”. Eusebio no le ha garantizado, según cuenta Toño, jugar la vuelta ante el Lleida. “Me queda seguir trabajando. Ya vendrán las cosas como tengan que venir”, reflexiona en alto, con honestidad
”A medida que avanzaba el partido iba teniendo más confianza”, reconoce
Toño salvó el 1-1 en Lleida con una parada técnicamente notable a disparo de Valiente