Consistente y fiable pese al crecimiento de Ferrari

Hamilton supo rehacerse tras perder el título en 2016 y logró su cuarta corona en un año muy complicado en el que Ferrari dio un paso al frente y le puso las cosas muy difíciles al principio de temporada. El inglés lo logró con mayor constancia en sus resultados, un rendimiento espectacular en clasificación, tuvo que batallar en solitario contra Ferrari durante muchas ocasiones y se vio beneficiado por seguir contando con el mejor coche y una gran fiabilidad

1 Mercedes mantiene el dominio

El cambio de la normativa técnica de la F1 daba oportunidad a equipos como Ferrari o Red Bull a acercarse a discutir la hegemonía de Mercedes, pero los de Brackley aguantaron el golpe con mucha solvencia. Tuvieron problemas con el calentamiento de los neumáticos y el equilibrio del coche en algunos trazados, especialmente al principio, pero el monoplaza que pilotó Hamilton volvió a ser el mejor gracias también a contar con el motor más potente

2 Los fallos de Vettel y Ferrari

Ferrari y Vettel a tiraron a la basura las opciones del germano en la gira asiática. En Singapur, Vettel se chocó con Verstappen y Raikkonen en una maniobra agresiva. En Malasia, unos problemas de fiabilidad en el motor del teutón antes de la clasificación le relegaron a la última posición de la parrilla de salida en un trazado en el que podía optar al triunfo. En Japón, un problema en la bujía hizo que sumara un nuevo cero clave para el título

3 Superior en la lucha por la pole

El inglés logró un total de 11 poles en las primeras 17 carreras antes del GP de México, algo fundamental, ya que en 8 de las 11 ocasiones que salió primero terminó ganando. El único error del británico en clasificación lo hizo este fin de semana en su último intento de vuelta rápida. Sus números en este aspecto en 2017 son una auténtica barbaridad. Hamilton no ha tenido rival a una vuelta, gracias también al extra de potencia de su propulsor en ‘qualy’.

4 El deseo de volver a reinar

Lewis Hamilton lleva pensando en este título desde el pasado GP de Abu Dhabi de 2016, cuando pese a ganar la carrera, perdió su batalla con Nico Rosberg. Desde entonces, el inglés se conjuró para recuperar su trono, con un ‘hambre’ insaciable de triunfos. Levantó cabeza y fue mucho más constante que el pasado curso. Eso sí, sin la fuerte presión que le ejercía Nico, nada comparable a la poca que le ha impuesto un Valtteri algo flojo

5 El verano y la vuelta al trabajo

Vettel se las prometía muy felices marchándose de vacaciones tras el GP de Hungría con 14 puntos de ventaja en el liderato del campeonato, pero los días libres le sentaron mucho mejor a un Hamilton que sumó 80 puntos más que el germano en las últimas seis pruebas. El parón frenó la buena racha de Ferrari y el hecho de volver al trabajo en dos trazados favorables a Mercedes como Spa y Monza fue crucial para empezar a minar la moral de Vettel

7 La suerte ha estado de su parte

Lewis Hamilton perdió el Mundial de 2016 en Malasia, cuando tuvo que retirarse por una rotura de motor. Ello dejó la corona en bandeja a Rosberg. Pero en 2017, la fiabilidad y la suerte ha estado de su lado y este año puede lograr algo nuevo para él: terminar una temporada sin ningún abandono. El susto más grande lo sufrió pinchando en México, pero todo se compensó para el de Stevenage con la rotura de alerón que sufrió su rival Sebastian Vettel

6 Fiel al ‘estilo Lewis’

Hamilton nunca dejó de creer. De pequeño, ante los insultos racistas recibidos en el colegio y en su barrio, su padre le enseñó que debía responder en pista y la vida le mostró que no debía hacer caso a aquellos que le decían que no iba a conseguir nada. Y eso mismo es lo que volvió a a hacer este año. Haber ganado solo 3 carreras de las primeras 9 y sus famosas fiestas le generaron críticas, pero el inglés ganó siendo fiel a su estilo