Noches mágicas
Puede ser que dé cierta pereza acudir esta noche a Anoeta, en un día laborable posterior a uno festivo, tras una dolorosa derrota con remontada in extremis incluida en Getafe, y con otro encuentro de alto voltaje tres días después en el mismo escenario, pero seguro que merece la pena al final. Todos los asistentes esperan una victoria que dé medio pasaporte a la próxima ronda y a disfrutar de dos partidos europeos más, pero quien más quien menos espera poder gozar como lo hicieron los 300 de Skopje con otra goleada. Eusebio recupera a Illarramendi y Zurutuza, sigue contando con Oyarzabal, Willian José, Januzaj y todos sus cracks y se permite el lujo de dosificar a Diego Llorente y prescindir de Vela y Pardo. Merecerá la pena porque, lamentablemente, los aficionados de la Real distan mucho de estar acostumbrados a las noches europeas. En los últimos lustros, las participaciones continentales han sido muy escasas y muy contados los duelos de este tipo en Atotxa y Anoeta. Quizá por eso es imposible olvidarse de la ocasión fallida de Fuentes ante el Stuttgart, los goles tempraneros que hicieron soñar con remontar al Vitoria de Guimaraes, el gol de penalti de Kovacevic al Olympiakos, el de Prieto al Krasnodar, el corajudo empate ante el United...Noches para el recuerdo. Hoy es una más. Y no hay muchas. Viene el Vardar. Hay que terminar con los cohetes