ÚLTIMA BATALLA, FRATRICIDA
La Real es favorita ante el Eibar para sumar tres puntos esenciales para ambos antes del parón liguero Eusebio alineará su ‘once’ de gala mientras que Mendilibar tiene bajas, aunque recupera a Alejo
Después de otras tres semanas de kilómetros y trincheras, de golpes y esfuerzos, la última batalla es fratricida. Real y Eibar cierran hoy en Anoeta (18.30 horas) otro ciclo liguero antes de un nuevo parón, en el que la trascendencia de los puntos es igual para ambos. Los dueños del estadio, para aposentarse cerca de los puestos de europeos, los visitantes, para coger el aire que no les sobra en forma de alimento matemático en la clasificación. El menor desgaste con el que el Eibar llega al partido, al no jugar en Europa, lo compensan las importantes bajas que tiene el conjunto azulgrana, tesitura antagónica a la que maneja Eusebio, que hoy, con Zurutuza e Illarramendi a pleno rendimiento, podrá alinear su ‘once’ de gala.
Será la cuarta visita del conjunto armero a Anoeta con sus mejores galas, las de equipo de elite, y si bien es cierto que no fue hasta la pasada campaña cuando puntuó por primera vez, siempre ha dado mucha batalla en Donostia. Será un choque de estilos que ya empieza a adquirir tintes de clásico en Primera División, con parámetros bien definidos en ambas propuestas, amplificadas desde la llegada de Eusebio el banquillo de la Real. Juego combinativo, de elaboración y asalto al triunfo a través de amasar el balón en los txuri urdin, y presión, ritmo, ataques rápidos y muchos balones al área desde las bandas por parte de los azulgrana como recetario para optar a la victoria.
Illarramendi, Xabi y Zurutuza
La Real, en cualquier caso, se presenta al partido de esta tarde con una clara condición de favorita, no tanto por su comportamiento en su estadio, en el que no gana en Liga desde el pasado mes de agosto (al Villarreal), como por las herramientas que dispone para encarar el duelo, mucho menos mermadas que las de su visitante. Mientras que Eusebio descartó a cuatro futbolistas y sólo tiene dos lesionados, Mendilibar tuvo que recurrir al filial (Sarriegi) para confeccionar su convocatoria, en la que además algunas ausencias son de peso ya que se trata de tres de los pilares elementales del plan armero (Dani García, Escalante y Pedro León).
La Real, de esta manera, alineará lo más parecido a un ‘once’ de gala, con la ventaja además de saber que después de este último esfuerzo llegarán dos semanas de descanso. Illarramendi, Zurutuza y Xabi Prieto, que no juegan juntos desde el empate ante el Betis (1 de octubre), volverán a engrasar el motor txuri urdin desde la sala de máquinas y es más que previsible que Kevin Rodrigues retorne al lateral zurdo, para formar con esa defensa tan ofensiva que tanto gusta a Eusebio. Será la primera vez, asimismo, que la zaga que en verano podía presumirse como titular juegue a la vez, ya que Iñigo apenas ha podido hacerlo esta temporada. Willian y Oyarzabal son fijos arriba y Januzaj parece el más firme candidato a completar el tridente.
La Real marca siempre en casa
Mendilibar, ante los problemas en forma de lesiones que arrastra toda la temporada, ha apostado por una defensa de cinco y por reforzar el eje, centrando a Inui. No renunciará a su plan en Anoeta. El gran problema del Eibar es que sólo ha marcado cinco goles en 10 partidos, en los que le han hecho 22. Con ese bagaje defensivo (2,2 goles en contra por partido) no parece razonable aspirar a dejar la puerta a cero ante un equipo como la Real que marca 2,1 goles por encuentro y que ha visto puerta en todos los partidos oficiales que ha jugado hasta ahora en su estadio.
Dos tendencias, por tanto, antagónicas en lo que pegada se refiere que afecta más al Eibar. Mientras que la Real se mantendrá fiel a su estilo de juego, con la imperiosa necesidad de elevar una eficacia que le ha impedido ganar en Anoeta a sus cuatro últimos visitantes ligueros (Espanyol, Betis,Valencia y Madrid), las esperanzas de victoria del Eibar, necesariamente, pasarán por marcar al menos un gol a Rulli