Y el guante de Simoncelli regresó a casa
Una aficionada se lo devolvió a Paolo y Rossella, padres de Marco, fallecido en 2011
Hay historias que merecen un buen final y la del primer viaje que Paolo y Rossella Simoncelli habían emprendido juntos de vuelta al circuito de Sepang, a donde no habían regresado desde que su hijo mayor Marco perdió la vida el 23 de octubre de 2011, debía acabar de forma mágica, regresando a casa con el guante perdido de Marco.
El jueves del Gran Premio de Malasia como sucede desde 2012 siempre hay una peregrinación hasta la curva 11 del circuito de los ex compañeros y ex técnicos de Simoncelli donde existe una placa que recuerda al que fuera piloto de MotoGP y un árbol que riegan primorosamente. Padre coraje Paolo venía cada año a rendir homenaje a Marco no así Rossella que prefería quedarse en casa en una fecha tan dolorosa. Pero este año Paolo se ha estrenado como director de equipo de la Squadra Corse Sic58 y Rosella se ha animado a acompañar a su marido. No tanto como para ir hasta esa curva 11 el jueves pero sí para acercarse hasta el GP de Malasia procedentes del GP de Australia.
Al llegar aquel lunes al aeropuerto de Kuala Lumpur les esperaba la mejor de las sorpresas según ha relatado Paolo Simoncelli en su blog de su equipo del Mundial de Moto3: “Una chica nos asaltó cariñosamente a la salida de la sala de equipajes y, muy, muy, muy emocionada, nos hizo entrega de la única pieza de la vestimenta de Marco que nos faltaba. En efecto, era el guante izquierdo de Marco, la pareja que nos faltaba”.
“La emoción que sentimos mamá Rossella y yo fue realmente indescriptible, rompimos a llorar. Seis años después volvíamos al lugar donde se había matado nuestro hijo y recuperábamos el único objeto, recuerdo, que nos faltaba. Fue, sin duda, el regalo más absurdo y maravilloso que hemos recibido nunca”, ha contado Paolo en el blog.
Se lo compró a un comisario
La joven malasia no lo tuvo precisamente fácil para hacerse con el guante perdido por Marco en aquel luctuoso 23 de octubre de hace seis años. Uno de los cinco comisarios de pista que había en esa curva 11 donde perdió la vida Simoncelli se quedó con el guante izquierdo. Intentó venderlo en internet pero nadie debió confiar que fuera auténti- co. Tras dos años siguiéndole la pista la chica encontró al comisario y le compró el guante con la inten- ción de devolvérselo a la familia del ‘Sic’ lo que ha podido hacer el pasa- do 23 de octubre.
Y Paolo, que primero se creyó que la chica era una más de las muchas fans que se les acercan con todo el cariño y respeto, lo reconoció en se- guida porque era una guante de la talla más grande, como la que usaba su hijo, el gemelo del que recibieron en primera instancia hace seis años junto al resto de pertenencias. Aho- ra en el Museo del Sic en Coriano ya lucirán su moto, sus botas, su mo- no, su casco y sus dos guantes
Era la única pieza que les faltaba de la vestimenta del #58 el día que falleció