“TENGO QUE ATACARLE, SER ATREVIDO”
El frontón Bizkaia de Bilbao decidirá el próximo domingo quién se calará la txapela del Cuatro y Medio. Será la segunda final consecutiva en la ‘jaula’ para un Jokin Altuna (Amezketa, 1996) que llega en el mejor momento del campeonato tras dejar en la cuneta a Olaizola II en semifinales. En una maratoniana jornada con los medios, el delantero de Aspe atiende a Mundo Deportivo en el ayuntamiento de su localidad natal. Consciente de la dificultad que entraña batir a Urrutikoetxea, pero con el poso que da afrontar otra final en el Cuatro y Medio, el guipuzcoano analiza un partido que puede marcar su trayectoria. Busca su primera txapela.
Comencemos por lo más reciente. Salió el jueves del Bizkaia con malas sensaciones. ¿A qué se debe?
No entrené a gusto, son cosas normales. Hay entrenamientos buenos y entrenamientos malos. Ya he tenido entrenamientos no tan buenos en este Cuatro y Medio, pero es cierto que al final terminas de entrenar y a los 30 segundos te cogen las cámaras y estás caliente. Dije que no me sentí bien, pero no que estoy mal. El frontón Bizkaia es diferente y hay que amoldarse. El bote coge más peso y me costó un poco.
¿Le preocupa teniendo en cuenta que la final se disputa dentro de siete días?
Lo importante es entrenar en el frontón para hacerme a la cancha. Al final, igual tienes buenos entrenamientos y no estás tan bien en el momento de la verdad. Espero entrenar bien el martes y llegar al partido con buenas sensaciones.
¿Cómo se siente en un frontón como el Bizkaia?
Es de los que me gusta. He conseguido buenos resultados allí y no tengo ninguna excusa por jugar en Bilbao.
El año pasado la final del Cuatro y Medio tuvo lugar en el Ogueta de Gasteiz. ¿Le viene mejor o peor jugar en Bilbao?
El Ogueta es un frontón mucho más rápido mientras que en el Bizkaia la pelota coge mucho bote. Es más fácil para sacarte para atrás el frontón de Bilbao y en ese aspecto le puede venir mejor a Mikel, pero la pelota cuando rematas también coge mucho ángulo y no hay ninguna excusa.
Ha ido de menos a más en el campeonato y llega a la final tras jugar un grandísimo partido ante Olaizola II...
Contra Aimar es cierto que jugué muy a gusto. Empecé mal pero lo importante es cómo se acaba. El Cuatro y Medio es un campeonato largo, en el que igual un rival está a tope en una fecha determinada y a las dos semanas está más mermado física o psicológicamente. En mi caso, he tenido la suerte de enfrentarme a pelotaris muy duros a los que he podido ganar y eso para mí es muy importante. Estoy muy contento de estar en la final.
Como dice, ha tenido que jugar finales desde el segundo partido de la liguilla de cuartos. Un camino opuesto al de Urrutikoetxea...
‘Urruti’ ha hecho un campeonato completísimo, dejando a todos los rivales por debajo del cartón 15. Eso no es casualidad o porque los contrarios han jugado mal. Es cierto que yo no di el nivel contra él ni Oinatz, pero eso no es tampoco casualidad. Él ha jugado muchísimo contra nosotros.
¿Le gusta ver los partidos para corregir errores o prefiere olvidar?
Suelo verlos, pero tampoco pienso que haya que darle muchas vueltas cuando pierdes. Tienes que ‘lavar’ el cerebro y pensar en cosas positivas.
Todo el mundo da a Urrutikoetxea como claro favorito. ¿Eso le puede pesar? ¿Cómo le puede meter presión?
Para mí el comienzo de la final tiene que ser importante. El año pasado empecé perdiendo, pude remontar pero me costó mucho darle la vuelta. Si vas a remolque tienes que trabajar muchísimo. Tengo que salir enchufado e intentar apretarle desde el principio.
¿Cuáles son los puntos fuertes de su rival?
Atacando está jugando muy bien y defendiendo te saca la pelota fácil para atrás. Es un rival muy incómodo, lleva siempre el partido a su terreno. No creo que tenga un punto débil, pero creo que si doy mi nivel puedo ponerle en aprietos.
Me está definiendo a un pelotari total, sin fisuras...
Es un ‘pack’ tanto en defensa como en ataque. Todo lo hace bien y con el paso del tiempo se ha convertido en un pelotari completísimo y un ejemplo y referente para los jóvenes. Es un rival terrible.
Para usted es la segunda final consecutiva en la ‘jaula’. ¿Es su torneo favorito?
Para ser un referente un pelotari tiene que jugar bien en todas las competiciones. Es cierto que he entrado en dos finales del Cuatro y Medio, pero a parejas me siento muy a gusto. No he tenido la suerte de meterme en semifinales, de momento, pero tengo grandes esperanzas en el Parejas. En el mano a mano, aunque hoy en día hay pelotaris que tienen más opciones de calarse la txapela, pienso que tendré oportunidades dentro de poco tiempo.
Tiene 21 años, le queda mucho camino por recorrer...
Tengo claro que pase lo que pase en la final tengo que seguir trabajando para crecer como pelotari. Veo mucho margen de mejora.
Ha pasado un año desde la cita del Ogueta. ¿Qué diferencia a este Altuna de aquel que se midió a Bengoetxea?
Uno mismo no ve tanta diferencia en estos doce meses. Desde fuera, los periodistas, la afición, ve una mejora importante. Tengo claro que, aunque no consiguiera los resultados del año pasado, no significa que sea peor pelotari. Siendo joven cada año tengo que ir mejorando. Y lo estoy haciendo. Físicamente, por ejemplo, veo una evolución normal y natural.
¿Y en el plano psicológico?¿Ha crecido gracias a la experiencia que le aportan los partidos?
Cuando vas jugando partidos contra rivales de tantísimo nivel aprendes
cosas, entre ellas a plantearlos de otro modo. Confías más en ti, ves que tus rivales juegan muchísimo y que tú también tienes que jugar a ese nivel. Se aprende de las victorias y de las derrotas, pero lo más importante es el trabajo diario.
¿La del Ogueta es la derrota más dolorosa de su corta carrera?
Fue dura. En el momento me dio mucha pena, pero he sacado muchas conclusiones positivas de ese día. Pienso que jugué una buena final y aunque perdiese pude extraer cosas positivas.
¿Qué diferencia a Bengoetxea de Urrutikoetxea?
El tipo de juego de Oinatz es muy diferente al de ’Urruti’. A Bengoetxea le gusta jugar delante y Mikel buscará alejarme más del frontis, no evitando el juego de aire porque él juega todo de aire, pero intentará llevarme lejos.
¿Cuál va a ser la clave de la final?
Tengo que atacarle. Si me estoy defendiendo y dando pasos atrás me va a ganar fácil. Tengo que ser atrevido, cuando tenga oportunidad jugármela, hacerlo sin miedo y salir a la final a meterle ritmo porque si no te pasa por encima.
¿Vivirá su segunda final con nervios o la experiencia le permite estar más relajado?
Sin duda. No vas a jugar una final estando tranquilo, siempre tienes esos nervios en el estómago. Las piernas también estarán más agarrotadas, pero jugar la segunda final consecutiva me vendrá bien también para eso, para intentar amoldarme y acostumbrarme a estar ahí, donde quiero estar muchos años. Tener nervios es buena señal.
¿Tiene pensada la rutina de la víspera?
Soy bastante maniático, pero no he pensado qué haré el sábado. No voy a quedarme todo el día en casa. No por ser la final voy a hacer algo diferente al resto de partidos. Como siempre hago en la previa de un partido, haré algo para desconectar.
¿Y el mismo día de la final?
Me gusta activarme por la mañana. Correr un poco, estirar o hacer unas abdominales porque luego empiezas a un gran ritmo el partido.
¿Qué ambiente palpa a su alrededor?
Todos pensamos que el favorito es Urrutikoetxea, el rival a batir, pero la gente por los resultados que he hecho cree bastante en mí. Sé que tengo una final muy dura por delante pero la gente espera grandes cosas de mí y tengo que responder