“CASI LLORO AL CONOCER LA LESIÓN”
Sigo teniendo molestias al correr, al impactar con el suelo. La idea es empezar la próxima semana con el grupo” Espero poder competir en enero. Me dijeron que para coger minutos y ritmo empezaría con el Sanse. Me vendrá bien”
Después del debut, fui a entrenar con normalidad y en el vestuario, en un intento de levantarme, casi no podía andar”
Jon Guridi forma parte de esa generación de jóvenes talentos de la que tanto se está hablando en la Real y que han tirado abajo la puerta del primer equipo. Nacido en Azpeitia, en 1.995, Guridi vive en estos momentos la cara amarga del fútbol, intentando recuperarse de una grave lesión que le tiene en el dique seco desde el pasado mes de abril. El azpeitiarra, que comenzará a trabajar con el grupo la semana que viene, se sincera para MD en la primera entrevista que concede a un medio de comunicación.
¿Cómo está de su lesión?
Ahora estoy corriendo y tocando balón, aunque para esto último nunca he tenido problemas. Las molestias que tengo son al correr, al impactar con el suelo.
La idea es empezar la próxima semana a hacer cosas con el grupo y ver qué tal me siento. Todavía noto como pinchacitos. Esas molestias aparecen cuando me despierto a las mañanas, al andar en frío, pero luego en caliente, me permite correr y hacer cosas.
Se las trae el nombre de su lesión...
Osteocondritis disecante... No se me va a olvidar.
Fue debutar con el primer equipo y caer lesionado de gravedad...
Llevaba toda la temporada con esto, pero no dije nada. A veces se me quedaba bloqueada la rodilla, me crujía y se me ponía bien. Así estuve todo el año. Después de ese partido, el martes, en el vestuario, intenté levantarme, pero no podía casi andar. Vinieron los fisios y el médico y me dijeron que tenía que hacerme una resonancia y se vio que había un trozo de cartílago suelto y que lo mejor era operarme. Yo no sabía los resultados y al día siguiente me fui a entrenar como si tal cosa, pero vinieron Loren y el médico y ya me temí lo peor. Me dijeron que lo mejor era operarme, que podía hacerme una avería más gorda. Yo les pregunté si podía jugar ese fin de semana frente al Leganés, porque veía opciones, y luego operarme, pero no me dejaron.
¿Qué se le pasó por la cabeza?
Yo ya sabía que tenía algo ahí, no era normal que sintiera esos crujidos y que tuviera esos bloqueos. Cuando me lo dijeron casi empecé a llorar. Aguanté, pero me puse muy triste. Con el tiempo, lo he ido asimilando.
¿Qué ha sido lo peor?
El tiempo, sobre todo. El médico ya me avisó de que se necesita mucho tiempo para endurecer la capa del cartílago. Es que además, durante la operación, vieron que no solo había un trozo desprendido, había otros dos.
¿Le han dado algún plazo para volver a competir?
Para enero. La semana que viene empezaré con el grupo a hacer cosas y a ver qué tal, que sensaciones tengo. Me dijeron que para coger minutos y ritmo empezaría con el Sanse. Me vendrá muy bien y luego ya se verá.
¿Está difícil jugar en el primer equipo?
Está difícil porque hay bastante gente y lo están haciendo bien. Me toca seguir trabajando, como he hecho hasta ahora, con los pies en el suelo y muy ilusionado. Tengo 22 años todavía, me queda muchísimo recorrido, esperemos, así que tengo que seguir trabajando día a día, mejorando.
Además, el estilo de Eusebio se amolda a sus características, ¿no?
Sí. El míster siempre quiere jugar por abajo, salir jugando desde atrás. Yo soy de tener el balón, no de dar patadones hacia arriba.
Para la gente que no le haya visto mucho, ¿quién es Jon Guridi?
En la vida real soy bastante tranquilo y jugando a fútbol, también. Intento darle pausa al juego. Me quedo con la visión de juego que tengo, los pases y la llegada.
¿Cómo recuerda el día de su debut?
Llevaba unas semanas entrenando con el equipo y en la semana previa al partido ante el Alavés, Zurutuza también se lesionó. Me estaba haciendo a la idea de que podía jugar y me estaba poniendo nervioso. Justo el viernes, haciendo táctica, Mikel Labaka me dijo que iba a jugar. El sábado, el día de partido, recuerdo que estaba muy tenso, pero los nervios desaparecieron ya en el calentamiento. Lo recuerdo como una muy buena experiencia a pesar de la derrota. Creo que hice un partido correcto.
No da la sensación de que se ponga muy nervioso...
(Risas) Lo llevo por dentro. No lo saco hacia afuera, pero sí.
¿Tener la confianza del míster ayuda?
Todo fue muy rápido. Hasta el año pasado no entrenaba con el primer equipo casi nada.
¿Había perdido la ilusión porque no le llegaba la oportunidad?
No. La ilusión nunca la he perdido. Siempre he ido trabajando día a día. Sabía que algún día me iba a llegar la oportunidad y así fue.