Un debutante en busca del ascenso
El Tolosa, con Ander Avellaneda en el banquillo, aspira a retornar a Tercera un año después
No ha pasado tanto tiempo desde que el Tolosa descendiera de Tercera. Apenas unos meses en los que el club urdiña ha dado un giro de 180 grados. Justo Lillo dejó la nave tolosarra y su lugar lo ocupó Ander Avellaneda, quien había ejercido de segundo entrenador los tres últimos años. El cambio de patrón y el paso de los días han devuelto la ilusión a un club moralmente tocado tras la pérdida de categoría. Los tolosarras caminan con paso firme en División de Honor Regional, situados en una tercera posición que permite soñar con el regreso a Tercera a final de temporada.
Muchos partidos tendrá que ganar el equipo urdiña para desbancar a un Bergara que está intratable. Se vieron las caras hace unos días y la victoria fue para los mahoneros. “La clave estuvo en un córner en el minuto tres en el que se pusieron por delante. Preparamos bien el partido, pero te encuentras con un gol a balón parado que es más un error nuestro que un acierto de ellos y se vinieron arriba. Todo les fue de cara y a nosotros en contra”, admite Avellaneda. Lo que es evidente es que para los tolosarras fue “un palo”.
Olvidar aquel traspié pasaba por ganar en Berazubi al Mondragón, objetivo que cumplieron no sin sufrimiento. El técnico urdiña reconoce que “siempre es importante ganar después de una derrota. El partido lo encarrilamos bien pero sufrimos al final porque nos metieron en el 85’ y el árbitro dio 7 minutos de descuento”. Lo relevante era sumar los tres puntos y se consiguió.
El gran aliado del Tolosa sigue siendo Berazubi. El campo tolosarra se ha convertido en uno de los fortines de la categoría. Los locales suman 13 puntos de 15 posibles y sólo el Zarautz, con un gol en el tiempo de descuento, evita el pleno de triunfos. Avellaneda afirma que “si queremos estar arriba en casa hay que ser fiables, muy fuertes” y a domicilio “competir para hacer buenos los partidos de casa”. Una fórmula que está llevando a rajatabla un Tolosa que tendrá el fin de semana una prueba de fuego en Ordizia. Los tolosarras se medirán al segundo de la clasificación, que aventaja en tres puntos al cuadro urdiña. “Es un equipo que lleva una dinámica muy buena desde la temporada pasada. Tiene una base de jugadores de casa” que le ha llevado a colocarse en la zona noble de la clasificación. Además, llega tras ganar 1-5 en Deba. “Están con confianza”, apunta.
Debuta como entrenador
Ander Avellaneda vive su primera experiencia en un banquillo. Mejor dicho, como primer técnico. Desde que colgara las botas hace tres años, ha ejercido de segundo entrenador de Iker Dorronsoro y Justo Lillo. Tres campañas en las que pudo aprender cómo dirigir un grupo, cómo liderar un vestuario. Muchas lecciones no necesitaba ya que ha estado toda su vida ligado al fútbol. Antes de embarcarse en la aventura tolosarra, Avellaneda fue futbolista en equipos como el Eibar B, Real Unión, Beasain o Lemona, llegando incluso a jugar en Segunda B. Experiencia suficiente como para dar el salto a un banquillo.
A sus 33 años, el tolosarra afronta su primer proyecto como entrenador. No le ha quedado otra que “rejuvenecer la plantilla” tras la marcha en verano de media docena de futbolistas que han encontrado acomodo en equipos de Tercera. “Hemos tirado del filial y del juvenil más tres fichajes: Cristian Guijarro, Unai Manso y Josu Aranburu”.
El momento más delicado parece haber pasado ya que Avellaneda tenía pánico al inicio liguero. El técnico confiesa que “tenía mucho respeto por saber si le dábamos la vuelta a la dinámica de la temporada pasada, que cuesta mucho”. El descenso fue un jarro de agua fría para la afición, los jugadores y el cuerpo técnico urdiña, pero tocaba olvidar el pasado. Los tolosarras lo han conseguido y, aunque insisten en que “el objetivo es el día a día”, la esperanza de regresar a Tercera aparece ya en el horizonte
Tras tres años como segundo entrenador, el tolosarra lidera el proyecto urdiña