“Una alegría que todo el mundo vuelva a casa”
Una de las mayores preocupaciones de la organización es la salud de los corredores. Este año, por suerte, no hay que lamentar males mayores. Etxeberria confirma que “todo ha ido muy normal” y que el centenar de personas que ha sido atendido “son casos leves y a los que se quedaron ingresados el domingo se les dio el lunes de alta”. Muchos de ellos permanecieron en el hospital porque “se les detectaron patologías que tenían de antes”, nada relacionado con la propia competición. Para la organización ha sido “una alegría que no haya nada, que todo el mundo vuelva a casa sin ningún percance”.
El balance es positivo y la sensibilización llevada a cabo está dando sus frutos, aunque habrá que esperar a ediciones en las que las condiciones meteorológicas sean más adversas para la práctica del running para poder hacer un balance más ajustado a la realidad. Aun y todo, “poco a poco vamos avanzando en este sentido. Hemos recibido la ayuda de médicos y vamos analizando con información de calidad para mejorar el mensaje que hay que lanzar”. La salud es lo primero y los corredores comienzan a entenderlo