La tele se comió la salvada de Márquez
Realización no logró mostrar en directo ninguno de los tres momentos clave de la carrera
Final del Mundial de Motociclismo con Marc Márquez convirtiéndose en campeón del mundo por sexta vez. Lo pudimos ver a través de Movistar+ con los comentarios de Ernest Riveras, Àlex Crivillé y Alberto Puig. Por cierto, todavía no habíamos comentado en esta columna la buena idea de introducir, al inicio de la retransmisión, un rótulo en la parte superior de la pantalla con los nombres de los comentaristas y un pequeño indicador de sonido que muestra, en los primeros minutos, quién está hablando a cada momento. Así, el espectador, durante la narración, puede identificar más fácilmente la voz del responsable de los comentarios. Muy buena solución: demuestra sensibilidad hacia la audiencia en los detalles más mínimos, es clarificador y evita confusiones innecesarias y reconoce el trabajo individualizado en un tipo de relato donde las aportaciones son prácticamente simultáneas.
Lo que resultó evidente en la realización televisiva de la carrera es que cada vez es más imprescindible la repetición para poder mostrar bien la competición, porque los tres momentos más importantes de la lucha entre pilotos no los pudimos ver en directo sino gracias a una repetición. No vimos en directo el emocionante doble adelantamiento, primero de Márquez a Zarco y luego de Zarco a Márquez. Nos lo mostraron inmediatamente después porque en el momento que sucedió nos estaban enseñando otro instante de la carrera. Nos perdimos en directo también la espectacular e inaudita salvada de Márquez: también la vimos segundos después a través de una repetición a cámara lenta. Y finalmente, la determinante caída de Dovizioso que suponía el título de campeón del mundo para Marc Márquez, que también la vimos segundos después en diferido. Es obvio que el avance tecnológico, tanta multiplicidad de cámaras, tantos puntos de vista, fragmenta cada vez más la carrera. El realizador tiene tantas posibilidades de mostrar instantes, repeticiones, lugares y reacciones que cada vez es más difícil captar el momento clave en directo. La carrera queda cada vez más troceada y es un sinfín de vueltas atrás en el tiempo para mostrar lo que nos hemos perdido