CHOQUE DE ESTILOS
La solvencia y el físico de Urrutikoetxea rivalizan con el ingenio de Altuna en la final del Cuatro y Medio En un Bizkaia a reventar, el de Zaratamo busca su segundo título de la ‘jaula’ y el de Amezketa, el primero
La de hoy en el frontón Bizkaia (16.45 h., ETB-1) es la final de una nueva generación de figuras de la pelota. Mikel Urrutikoetxea y Jokin Altuna afronta la que, para ambos, es su segunda cita definitiva en el Campeonato del Cuatro y Medio. Hace dos años, el vizcaíno batió a un monstruo de este deporte, el ya retirado Juan Martínez de Irujo. En la pasada edición, el de Amezketa no pudo con una estrella consagrada como Oinatz Bengoetxea. Por primera vez desde 2008 -ni Irujo ni Olaizola II habían llegado por entonces a los 30- no habrá treintañeros sobre la cancha aspirando al trono de la ‘jaula’. Ni Irujo, ni Bengoetxea, ni siquiera el ‘recordman’ de la especialidad, el siete veces campeón Aimar. Un joven de 28 años, Urrutikoetxea, se presenta como candidato para conquistar su segundo entorchado en la distancia frente a un chaval de 21 años, que busca dar la sorpresa e inscribir por primera vez su nombre entre los grandes del acotado.
Lo que se plasmará en el frontón de Miribilla es un choque de estilos. Jokin Altuna es pura magia. La imaginación al poder. Atrevimiento. Siempre tiene una solución inesperada para una situación desesperada. Un prodigio de técnica. Esconde el golpe como nadie hoy en día. Juega en el filo de la navaja, arriesgando en cada golpe, pero es tan habilidoso que casi siempre sale airoso. Por su tendencia a salirse del guión preestablecido, mantiene en vilo siempre al rival.
Urrutikoetxea es muy diferente. Quizás su juego sea más previsible, pero el dominio que tiene de todas y cada una de las facetas del juego le convierten en un rival impenetrable. La diferencia la marca con la velocidad que le imprime a la pelota. Siempre, aun cuando tenía bastantes kilos menos de peso y un perfil larguirucho, ha exhibido un toque especial que, ahora, con la musculatura adquirida con mucho trabajo en el gimnasio, se ha convertido en demoledor.
Por mucho que él rehuya esa etiqueta, Urrutikoetxea parte como favorito (100 a 60 se cantará de salida). Está más hecho físicamente; es un campeón ya contrastado, con tres txapelas en sus vitrinas y, además, llega en un momento excelente de forma y juego. Es uno de los mejores restadores del cuadro profesional. Con esa virtud, suele quitar al rival la posibilidad de acabar el tanto con el saque-remate, una fórmula muy manida en el mano a mano actual. Y aunque no se suelen tener en cuenta, los precedentes están ahí. Los tres duelos individuales entre ambos pelotaris -dos en el Cuatro y Medio (22-12 y 22-7) y otro en el Manomanista (22-6)- se han saldado con claras victorias del vizcaíno.
Si Urrutikoetxea juega hoy al nivel que lo hizo hace dos semanas en semifinales frente al vigente campeón, Bengoetxea VI, al que atropelló con sus pelotazos, Altuna apenas tendrá opción de sacar el conejo de la chistera. Pero igual de cierto es que si el de Amezketa logra tomar la iniciativa y llevar la contienda a su terreno resbaladizo, tiene mucho ganado. Porque, si le salen las cosas, su juego al límite resulta muy difícil de contrarrestar.
Altuna, el artista que hace levantar al espectador de sus asientos. Urrutikoetxea, el sobrio perfeccionista que hace parecer fácil lo difícil y se gana la ovación serena del público más entendido. Dos formas de entender la pelota que, si logran rivalizar en sus mejor versión, ofrecerán un espectáculo inolvidable a los 3.000 pelotazales que harán reventar el frontón Bizkaia
1 100 A 60 COLORADO El dinero saldrá a favor del pelotari bizkaitarra
2 SIN TREINTEAÑEROS Es la primera final desde 2008 sin un pelotari de más de 30 años en liza