Saque y volea al cielo
Fallece a los 49 Jana Novotna, campeona singular de Wimbledon
Un saque y volea al cielo antes de tiempo, cruel. Jana Novotna falleció el domingo a los 49 años víctima de un cáncer, contra el que llevaba tiempo luchando. “Fue una mujer increíble”, resaltó Martina Navratilova, ejemplo como su compatriota del virtuosismo de la escuela checa, del tenis técnico, de un deporte asimismo de otros tiempos cuando aún se podía competir viviendo a pie de red.
Novotna servía y subía para rematar enseguida. Máximo riesgo por vocación y condición. Vivió su momento de mayor gloria dirigida desde la grada por Hana Mandlikova, un exponente más del ADN checo que acabó emigrando a Australia y convirtiéndose en entrenadora. Fue en Wimbledon 1998, cuando por fin ganó el Venus Rosewater Dish y pudo quitarse de encima, al menos por un tiempo, la etiqueta de perdedora que la acompañó durante mucho tiempo. Porque mandó más su sensibilidad a flor de piel, con lloros en cancha, y los partidos perdidos por los nervios que lo que indica su propio palmarés.
Nº 2 mundial en individuales, con 24 títulos en catorce temporadas. En dobles llegó al nº 1 y sumó 76 coronas. Recopiló 17 Grand Slams, uno individual, doce por parejas y cuatro en mixtos. Tres medallas olímpicas, también una Copa Federación y un Masters WTA en ‘singles’. Y, sin embargo, cuando mandaba en un encuen- tro, las dudas se cernían y las rivales nunca se rendían esperando que flaquease emocionalmente.
Una de las estampas que perviven en la historia de Wimbledon, es cómo la Duquesa de Kent la consoló en sus brazos tras entregar la final de 1993 ante Steffi Graf. Novotna tuvo pelota para comandar la tercera manga por 5-1. Encadenó doble falta, un tiro fuera de metros y un smash marrado. Entregó ese juego, cinco seguidos.
“No hay manera de sacarse esta etiqueta de que Jana seguro que colapsará cuando llegue el punto importante. No lo entiendo con mi palmarés. Estoy segura que gano tres torneos consecutivos y seguirán diciendo lo mismo”, lamentaba.“Un día lo conseguirás, seguro”, seguro”, la quiso reconfortar la Duquesa de Kent, quien insistió en 1997 cuando cedió la final frente a Martina Hingis: “Te recuerdo que ganarás Wimbledon”
Y en 1998 el All England Club presenció, no sin alivio, como batía a Nathalie Tauziat. Pudo sonreír junto a la duquesa, quien no escondió que “¡estoy tan orgullosa de ti”!. Explicó al mundo Jana que “he cumplido un sueño. Por fin h tenido recompensa”. A los 29 años.
Se hizo merecedora de ser recordada como una campeona
Sus lágrimas en la increíble derrota de 1993 perviven más que su título en 1998