Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

“ES LO MÁS BONITO QUE LE PUEDE PASAR A UN PELOTARI”

- Mikel Encinas / Amezketa

Tiene sólo 21 años y quizá por eso apenas había en el rostro de Jokin Altuna huella alguna de la fiesta con la que celebró su primera txapela profesiona­l en la sidrería Salbide de Amezketa. El campeón del Cuatro y Medio recibió ayer en su pueblo a los medios de comunicaci­ón con una sonrisa de oreja a oreja. Trata de asimilar en estas horas todavía cercanas al triunfo sobre Urruti en el Frontón Bizkaia que ha logrado el primer gran hito de su carrera. Es de esperar que tenga sitio en la pared en la que colgará la txapela. Porque todo apunta a que a su lado colocará muchas más en los próximos años. El futuro es suyo.

¿Cuánto ha sonado el teléfono en las últimas horas?

Una barbaridad. Fue impresiona­nte. Ayer -por el domingo- apenas lo miré. Hoy -por ayer- cuando me he despertado todavía tenía 146 conversaci­ones. Me escribió muchísima gente y no puedes contestar a todos. Espero que lo entiendan.

Este año la sidra tuvo que saber mejor que la que probó tras la final perdida el año pasado...

Sin duda. Estuviera mejor o peor la sidra, la de este año la bebes con otra ilusión y lo celebras. La forma de despertar de hoy, aunque tuviera un poco de dolor de cabeza, es totalmente diferente. No hay comparació­n. Cuando pierdes, los de alrededor también están un poco apagados. Pero ayer había un gran barullo, una gran fiesta y estoy muy agradecido. Había mucha gente, no sólo de Amezketa. Y también a Bilbao fue muchísima gente y me demostraro­n mucho cariño y estoy muy contento por ello.

¿Cuál fue el momento más emotivo de la celebració­n?

Al entrar me cantaron dos bertsos que tenían preparados y me emocioné bastante. A eso hay que añadir que veía toda la gente que había reunida para celebrarlo y fue muy emotivo. El año pasado tuve que hablar al entrar y les dije que me daba mucha pena no haber ganado. Ayer, sin embargo, tenía toda la tranquilid­ad del mundo y estuve muy a gusto. Pude dedicarles la victoria.

Se ve que también se alegra por la gente que le apoyó...

Por supuesto. Estoy contento también por ellos porque me han ayudado mucho. Lo merecían porque es una gran afición y me hace mucha ilusión brindarles el triunfo.

¿Ha leído los periódicos?

Al llegar a casa los compré, pero no he podido leerlos. He visto que había fotos bonitas, pero poco más.

¿Qué imagen de la final se le ha quedado en la cabeza?

Diría que el final. Igual si veo el partido recuerdo más cosas, pero cuando vives un partido de tanta tensión, ese momento en el que te desahogas es muy bueno. Luego, pensando hoy en el partido, recuerdo momentos buenos y duros. El comienzo fue muy bueno, luego Urruti le dio la vuelta y él se vio mejor. Se puso 14-10 y ese fue un momento difícil, pero en ese instante, pese a ir por detrás, estuve tranquilo y eso fue muy importante.

¿No llegó a verlo perdido?

No. Y tenía claro que si perdía tenía que ser dándolo todo, sin tirar la toalla.

¿Qué le decía Saralegi en esos últimos descansos?

Que siguiera, que lo diera todo, que jugara con tensión y que me llevaría la txapela. Me transmitió mucha confianza.

¿Cómo recuerda la salvada del último tanto?

Fue un momento difícil. Si me vuelven a poner esa pelota igual no le doy. Pero en ese momento sólo ves la pelota, lo das todo por darle y por suerte salió muy bien.

¿Cómo vio a Urrutikoet­xea?

Creo que le cogí bien el sitio al principio del partido. Él atacaba largo y yo me adelantaba y le hacía daño. Ya lo dije en las entrevista­s previas a la final, que sería importante el comienzo porque él empezaba por delante. Y en ese inicio igual se vio un poco nervioso y, aunque luego le dio la vuelta, yo vi en el arranque que tenía la opción de hacerle daño. Luego, cuando iba por detrás, me decía a mi mismo que si antes había sido capaz de hacerle daño, lo podía volver a hacer.

¿Le costó cruzar la pelota como otras veces?

Igual sí. Yo con la izquierda en la segunda parte no estuve bien, me costaba encontrar la raya y le quería meter ritmo al partido.

Hizo nueve fallos...

No me acuerdo. Sé que cometí errores, pero es que en los partidos individual­es lo haces todo tu. Haces y pierdes los tantos y a veces jugando a este ritmo no es fácil. Hice bastantes fallos, pero también salieron tantos bonitos. Dije que tenía que asumir riesgo, los asumí, cometí errores, pero gané y me quedé a gusto.

¿Disfrutó?

Mucho. Calentando ya me vi bien y estaba con muchas ganas e ilusión de jugar y lo gocé.

Tuvo muchísimo apoyo...

Y lo he sentido totalmente. El jueves, el día de la elección, ya había cuatro pancartas en el pueblo y ayer, cuando fui a salir hacia el frontón había 60 amigos delante de casa con pancartas apoyándome y eso te da mucha fuerza.

Ha vivido muchas cosas en sólo 24 horas. ¿Con qué momento se queda desde que salió de casa y vio a sus amigos apoyándole?

Con el hecho de haber visto disfrutar a la gente que siempre ha estado conmigo, tanto en los momentos buenos como en los manos. Esto es lo más bonito que le puede pasar a un pelotari. Lograr un triunfo de este calibre y ver que la alegría que genera a la gente te rodea.

¿Qué se le viene a la cabeza cuando ve que ese pelotazo de Urrutikoet­xea bota fuera?

Una relajación enorme. Eché toda la tensión que tenía y fue una gran

liberación.

¿Le costó ser consciente de lo conseguido?

Sí. En ese momento tienes mucha gente encima y no tienes tiempo de mirar hacia arriba y ver a la afición. Luego fui al vestuario y ahí sí que estás al margen. Según van pasando las horas vas siendo consciente de lo que has conseguido y hoy me voy dando cuenta, sí. Y supongo que según vayan pasando los días todavía le daré más valor.

¿De quién se acordó al terminar el partido?

De la gente que siempre ha estado a mi lado. Hay mucha gente que me ha ayudado en este torneo. Ekaitz, Jokin Etxaniz. Me acordé también del entrenador que tuve de pequeño... Y de Erik (Jaka). Tengo muy buena relación con él, estoy con él todos los días y siempre me ayuda. Siempre está conmigo y le dediqué la victoria.

¿Cómo vivió el ambiente en torno a la final?

Yo creo que la mayoría de gente iba conmigo. Que siendo la final en Bizkaia hubiera tanta gente de aquí... Fue mucha gente de Amezketa, pero también de otros pueblos. Siempre lo he dicho: no tengo dudas, no hay afición mejor que la mía.

¿Cómo vio las jugadas polémicas?

Hubo varias. Un saque suyo que era falta, otra en la que era vuelta, me dieron tanto... Pero ya se vio que los dos lo tomamos con deportivid­ad y Mikel demostró que es un gran deportista. Estuvo muy elegante, se portó muy bien y sin quitarme ningún mérito. Son cosas que pasan varias veces.

¿Cómo se viven esos momentos desde dentro?

Con muchísima tensión. Cuando hay estorbadas, ves al contrario como el enemigo absoluto y te enfadas, pero una de las cosas más bonitas que tiene la pelota es que estamos antes y después juntos en el vestuario y estuvo majo conmigo después del partido. A gusto.

¿Y a partir de ahora? ¿Qué cambia esta victoria?

No cambia nada. Yo tengo que seguir exactament­e igual. Gane o pierda, debo hacer mi camino. No soy mejor pelotari por haber ganado. No jugaré más por ganar ni jugaría menos por perder. Tengo 21 años y espero seguir mejorando. Ese debe ser el objetivo.

Lo primero es el Parejas

Así es. Otro bonito torneo, que suele ser largo y duro, pero lo suelo jugar a gusto y habrá que darlo todo

 ??  ??
 ?? FOTO: UNCITI ?? Jokin Altuna sonríe en el Parejas mientras le coloca su txapela a un niño que se acercó a felicitarl­e
FOTO: UNCITI Jokin Altuna sonríe en el Parejas mientras le coloca su txapela a un niño que se acercó a felicitarl­e

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain