Yo lo hubiera firmado
Las tres victorias del Delteco GBC en las nueve jornadas que se han disputado de la Liga Endesa suponen un balance que, al menos el que esto escribe, ya hubiera firmado en la línea de salida. La plantilla donostiarra generaba en el arranque de la competición no pocas dudas. Lógicas dudas por lo que suponía apostar por mucha gente joven sin apenas experiencia en la Liga ACB. Salvo Norel, Van
Lacke y Clark, y algún curso de Dani Pérez y varios meses de Agbelese, el resto eran jugadores sin pasado en la elite. Qué decir de los dos extracomunitarios, Kenny Chery y Jordan Swing. El primero cortado en Sevilla y el segundo con un contrato temporal en Zaragoza que le tuvo más minutos en el banquillo que en la cancha.
Así las cosas, otras piezas del equipo como Joan Pardina, Xabi Oroz, Miquel Salvó, Michael Fakuade
llegaban desde la LEB Oro, donde sí habían sido jugadores importantes en sus equipos, pero con todo por demostrar en otra competición mucho más exigente, que no perdona errores y en la que el ritmo es mil veces más elevado.
Sin embargo, de la chistera de Porfi Fisac todo es posible. Y el gran logro del entrenador es haber dotado de una personalidad propia a su equipo. Saben a qué juegan y lo ponen en práctica. Salvo en dos
partidos, Zaragoza y Joventut, en el resto se han medido a sus rivales de igual a igual. Han ganado tres pero podían llevar cinco y estarían en puestos de Copa. Van justos, como una buena parte de sus compañeros de vagón en la tabla, pero compiten, sobre todo en Illunbe. Tener tres victorias en nueve partidos y mantener dos con respecto al descenso, personalmente yo lo hubiera firmado en verano