“ANTES ÉRAMOS MÁS DUROS, PERO YA NO”
Dan Eggen (Oslo, 1970) jugó dos temporadas en el Celta y cuatro en el Alavés. Con el conjunto albiazul disputó la final de la UEFA frente al Liverpool de infausto recuerdo para la familia babazorra. 17 años después, el que fuera gran central noruego mantiene su vinculación con el fútbol. Ahora trabaja para la federación noruega en un programa de educación a entrenadores. También mantiene su pasión por el rock. Es el dueño de una pequeña discográfica. “No es ningún negocio. Lo hago por amor al arte”.
¿Hace mucho frío?
Aquí en Oslo es invierno total. Ahora está nevando. En Trondheim suele hacer más frío.
¿Cómo está al Rosenborg?
Lo veo bien, pero quizá de una manera diferente a lo que pueda pensar la gente de fuera de Noruega. Es sin duda el mejor equipo noruego. Se está recuperando, pero aún le queda mucho para llegar al nivel necesario para, por ejemplo, clasificarse primero en un grupo como el de la Europa League. Ha habido un retroceso en su potencial respecto al Rosenborg de hace seis, siete años, pero en los últimos años ha dado señales de que están progresando en la dirección correcta. Están haciendo un gran trabajo con la cantera y fichando jugadores de fuera, que están contribuyendo a la fortaleza del grupo, importantísimo en el fútbol noruego. No tenemos tanta calidad individual, pero en el conjunto sí somos fuertes. Creo que el Rosenborg está haciendo un gran esfuerzo... Han ganado la Liga. Son el mejor equipo hoy en día y lo van a ser el año siguiente, y eso les da un poco de tranquilidad para saber qué hacer exactamente para poder competir un poco más fuera.
¿Y con Bendtner, por fin, marcando goles?
Es una figura clave en el equipo. Cuando vino parecía que no contribuía mucho al juego colectivo, pero durante la temporada ha mejorado mucho, no solo en goles. Está más dispuesto a ayudar al equipo. A veces para un jugador fuera de lo normal, por la calidad y el talento que atesora, es importante la relación con el cuerpo técnico y con los jugadores. Y en este sentido creo que el Rosenborg ha hecho un gran trabajo.
¿Hay ambiente de partido importante en Trondheim?
Sí que hay ambiente y mucha expectación porque viene alguien grande. Para nosotros la Real Sociedad es un gran club, de un gran talento. Es uno de los clubs importantes de aquella Liga. La Real se va a encontrar con condiciones bastante diferentes a las usuales allí con respecto al clima y al terreno de juego. La Real tiene muchísima más calidad, lo demostraron en Donostia hace unos meses. El Rosenborg, pese al título, no acabó muy bien y su trayectoria en la Europa League tampoco convence. Tengo a la Real como gran favorita y espero que el Rosenborg esté a la altura, pero tengo mis dudas.
¿Le gusta la Real?
Sí. Me gusta su interpretación del juego. Además, tiene futbolistas de mucha clase. Es sorprendente que en San Sebastián, en situaciones donde se cree que los noruegos deben estar a la altura, como en los balones parados, los jugadores de la Real fueron más rápidos, más listos y también más fuertes.
Es que los equipos nórdicos ya no son tan fuertes como antes en el juego aéreo...
Es un gran tema de debate aquí en Noruega. Antes sí que éramos fuertes, pero ya no. Se ha avanzado mucho en España y en otros países en los métodos y en la manera de entrenar el físico, pero en Noruega no tanto. Nos hemos quedado en una manera tradicional de entrenar y eso nos ha hecho quedarnos atrás. Un jugador fuerte no es lo mismo que una persona fuerte. Es una pena. Es algo en lo que tenemos que mejorar.
Ya no hay centrales como Dan Eggen...
(Risas) No, no creo.
Cada vez se lleva menos la figura del central sobrio...
Pero en aquella época también tenías que hacer las dos cosas, defender e intentar jugar el balón, pero hoy día la demanda es más fuerte hacia arriba. Es difícil encontrar centrales como los de antes. La demanda ha cambiado.
¿A mejor o a peor?
A mejor, sin duda.
¿No echa de menos el fútbol tan pasional de antes?
Siempre se pueden echar de menos algunas cosas, pero la realidad avanza en todos los ámbitos de la vida y en el fútbol también.
¿Cómo recuerda su aventura en la liga española?
Tengo un grandísimo recuerdo. Lo voy a recordar siempre. Fue lo más grande que viví como futbolista.
¿Y la final de la UEFA ante el Liverpool?
Para mí fue una gran decepción. Fue una pena. Lo tuvimos muy cerca, pero se nos escapó de las manos