Ferrer ve lejos su retirada y Carreño acelera
“Espero que 2018 no sea mi última temporada, el objetivo es disfrutar”, dice David
David Ferrer y Pablo Carreño rivalizaron ayer fuera de las pistas de tenis. Se retaron en el circuito del Jarama a los mandos de un Peugeot 308 GTi de 270 caballos, bajo la atenta mirada de otros dos embajadores de la marca, el piloto Carlos Sainz y la cantante Edurne.
David Ferrer, 37º del ranking ATP tras una temporada que no fue “todo lo bien” que hubiera querido, aseguró a EFE que espera que la próxima “no sea la última” de su carrera y dijo que la afrontará sin marcarse expectativas. “El objetivo del año que viene es no marcarme un objetivo, ir semana a semana, mejorando y disfrutando. Intentar disfrutar de cada partido que juegue”.
A sus 35 años por su cabeza pasó este curso, tras una negativa primera mitad marcada por las lesiones, arrojar la toalla, pero se recompuso pese a que está lejos del ‘top ten’ mundial que durante tantas campañas ocupó. “Obviamente ha sido el peor año de ránking, pero hago un balance positivo. He podido acabar entre los 40 mejores del mundo, tal como empecé, así que de cara al año que viene voy a intentar afrontarlo de manera mas positiva”.
Diferente resultó el curso para Carreño, nuevo top-10 y debutante en el Masters al sustituir a Nadal cuando éste abandonó. “Este año creo que hemos acelerado bastante, hemos apretado muy fuerte y el año que viene esperamos seguir haciéndolo”, declaró a EFE,
“La verdad es que ha sido una temporada mejor de lo que me podía imaginar en un principio. El objetivo era estar en el ‘top 20’ y al final he acabado el 10 del mundo”, dijo el gijonés. Señaló que “fue una pena que se me escapara la semifinal del US Open, ante Kevin Anderson, pero la experiencia fue inolvidable. En Roland Garros hizo cuartos, ante Nadal, cuando sufrió una lesión de abdominales