“HE APRENDIDO LA LECCIÓN: NUNCA ES IMPOSIBLE”
Jessica Vall ha sido una de las grandes protagonistas del 2017 en la natación española. Doble finalista mundial en Budapest, tanto en “sus” 200 braza como en unos 100 en los que ha mejorado muchísimo a lo largo del año, Jessica despedirá en unos días uno de los mejores años de su carrera a pesar de que, al contrario que en los tres precedentes, no pudo subir al podio en un gran evento de piscina larga. En Hungría, los centímetros perdidos en las salidas acabaron siendo decisivos en la lucha por el podio. Ahora, en el Nacional de corta de Barcelona se ha hecho con la victoria en las tres pruebas de braza demostrando que ha mejorado en esa faceta. Y es que su crecimiento a lo largo de 2017 ha sido constante en once brillantes meses de competición y de regularidad. Y todavía queda el Europeo de piscina corta.
Viene de tres años con medallas en grandes competiciones en piscina larga. Este año se ha quedado sin podio en el Mundial, pero ¿es su mejor año en cuanto a mejoras y regularidad?
Es cierto que no se ha visto reflejado con una medalla. Pero, al final, cualquier deporte y la vida en general es un trabajo de hormigas, de ir avanzando cada vez. A nivel de medallas este ha sido un año estancado, pero ha sido muy productivo para mí.
¿Qué piensa que le faltó en el Mundial para estar en el podio? ¿Qué sensaciones le dejó?
Me quedé con el gusto agridulce de la prueba de 200 braza. Aprendí mucho de la experiencia, la de salir con las dos nadadoras más rápidas que acabaron el 200. Tengo la lección aprendida, pero eso se verá cuando vuelva a estar en una competición de ese nivel y contra esas rivales. Ahí se verá cómo reacciono.
Allí le penalizó mucho la salida, pero en la temporada de corta se le ha visto mucho mejor en ese aspecto. ¿Es algo que haya trabajado a conciencia?
Sí. Hemos hecho trabajo de piernas y de pesas fuera del agua. Además, hemos estado con el biomecánico mirando entradas al agua y entradas y salidas del viraje.
En la final de ese 200 braza, quitando a Efimova, estaban las otras siete nadadoras en la pelea por la segunda plaza. ¿Se sufre mucho cuando se ve que no se llega?
Lo cierto es que me veía mucho peor de lo que estaba. Por ello digo que pagué la novatada. Pensaba que iba mal y cuando he visto el vídeo... A los 150 metros aún estaba en carrera y yo pensaba que estaba fuera. He salido con la lección aprendida: nunca es imposible.
A pesar de que los 200 braza son su mejor prueba, ¿lo que más destaca de este año es su mejora en velocidad, en 50 y en 100?
Sí. Sobre todo, en la regularidad de los 100 y de los 50.
Siete de sus diez mejores marcas en 100 braza en larga las ha hecho este año...
Sobre todo hemos encontrado la regularidad que buscábamos a la hora de competir. En las competiciones internacionales el 100 braza siempre me quedaba cojo porque no sabía cómo iba a reaccionar. Al ser mucho más regular, es más fácil controlarlo.
Entonces, ¿se puede resumir que la final del 100 del Mundial la disfrutó y la de 200 la sufrió?
Fue un poco así. Se puede definir así muy bien.
Pese a todo, en el Mundial acabó como tercera europea tanto en el 100 como en el 200. A pesar de los cambios que haya este año, ¿buenas perspectivas para el Europeo?
Sí. Hay que ir pasito a pasito. Primero afronto el Europeo de piscina corta, aunque evidentemente soñar con medalla es un poco complicado. En la última experiencia que tengo en un Europeo en corta solamente pude hacer una final, en el 200, por lo que el objetivo es mejorar en corta. Luego ya hablaremos de la larga.
¿El objetivo es mejorar tiempos entonces?
Lo intentaremos. Pero al final los tiempos son efímeros. Lo importante de las finales es ganarlas.
Pero, ¿apunta a las medallas en Copenhague?
En el Europeo de corta lo veo un poco complicado. Hay que tener los pies en el suelo. Es cierto que en piscina corta me veía pequeñita y he salido de la Copa del Mundo muy reforzada a nivel mental. Creo que puedo estar ahí luchando.
Ya en el Campeonato de España de piscina corta se convirtió en la segunda mujer española en bajar de 31 segundos en 50 braza. ¿También va a por esta prueba?
Más que nada, en la Copa del Mundo de Tokio no nadé el 50 braza y quería hacerlo bien en Barcelona. Acabé contenta por bajar de los 31 segundos.
Acaba de lograr los récords de España de 100 y 200 braza en piscina corta y este año ha batido también el de 100 en larga para unirlo al de 200. Tras ese buen resultado en el 50, ¿se plantea luchar por batir esas marcas también?
Están muy lejos y son muy complicados para el tipo de nadadora que soy. Pero sí pienso que podemos ir acercándonos poco a poco a ellos.
El mordisco a su marca personal (de 31.10 en el Meeting de SaintDizier a 30.71 en el Nacional de corta; antes de 2017 tenía un 31.15 desde 2013) fue interesante...
Sí. Ahora costará un poquito más bajar la marca, porque cuando la bajas mucho luego cuesta más. Pero tengo que sacar buenas conclusiones de esto. Hice unos buenos virajes y una buena salida.
Este año ha regresado Marina García, otro de los pilares de la braza española. ¿Supone una motivación para usted para seguir mejorando?
Totalmente. Marina es una gran nadadora. Nos ayudamos mutuamente a la hora de competir aquí en España. Estoy muy contenta de que esté aquí porque eso nos permitirá tener grandes duelos dentro del agua