No olvidará su primera experiencia
Se acercó al gol, no acertó en defensa y se marchó lesionado en su debut en Europa
Parecía que se dedicaban a obligaciones antagónicas los dos laterales izquierdos del partido: Kevin Rodrigues y Criscito. El de la Real no suma ni dos años ejerciendo en el lado siniestro de la defensa; el del Zenit aparentaba llevar toda la vida en el carril zurdo. La calidad del txuri urdin promete. El pragmatismo del visitante era propio de un fútbol de otro tiempo.
Es del género absurdo pretender que un jugador como Kevin pueda imitar a Criscito: son de naturaleza diferente, como de otro planeta. Uno nunca será como del otro y viceversa. Es una osadía imaginar a Kevin siendo una pieza rocosa de la banda. No se concibe un partido de guante blanco con Criscito de por medio.
No había sorpresas en Anoeta. Un partido de trámite para el experimentado Criscito, elemento que apenas se inmutó con los goles rusos. Primera experiencia de Kevin en Europa, inolvidable porque fue frenética y dura. No fue una noche fácil para el de Baiona.
Y eso que se acercó al gol, como si no fuera un lateral. Es que realmente no lo parece: ataca mejor que defiende. De momento. Todo adjetivo ha de ser provisional para todo aquel que acaba de aterrizar en el fútbol. Kevin es un recién nacido en los campos y aprenderá. Si se fijó ayer en el partido de Criscito, ya habrá dado un paso más en su progreso.
Dos ocasiones en un minuto
Pisó área el lateral de la Real en dos ocasiones en tan sólo un minuto de tiempo. Una exageración se mire por donde se mire. Engatilló un centro de Odriozola que se le marchó arriba. Quizá cansado de tanto subir, a la segunda no atinó a emperchar el balón y la jugada se quedó en un ni contigo ni sin ti: ni tiro, ni centro, ni todo lo contrario. Sólo pasaron unos minutos cuando el canterano probó desde 25 metros. El portero del Zenit despejó con dificultades.
Baja el domingo
Literalmente, a Kevin le pasó factura debutar en Europa. Todavía faltaba media hora para el final cuando su musculatura dijo basta. Fue en pleno apogeo de la Real, interrumpido de raíz por el gol de Ivanovic y las lesiones del lateral y Zurutuza. La de Kevin es menos leve y no jugará el domingo contra el Málaga. Se fue Kevin Rodrigues maldiciendo del campo. Se había lesionado y los rusos se habían adelantado (en el 0-1) en una jugada por su banda. Y eso que no fue, ni por asomo, el máximo responsable del tanto en contra, ya que Iñigo Martínez falló en la creación del ataque realista y Gero Rulli entregó el rechace al goleador del Zenit. Con todo, el lado de Kevin estaba desguarnecido.
Lo mejor y lo peor de Kevin ya se había visto para el descanso: en la segunda parte no hubo noticias suyas, hasta que se tumbó dolorido sobre el tapete.
No se acercó al gol antes, ayudó a permitir el primero del Zenit luego, vivió intensamente su estreno en Europa y se lesionó. Se le tuvo que pasar rápido la noche, quién sabe si tan fugazmente como para que Kevin se fijase en Criscito, un lateral izquierdo duro, defensivo y expeditivo