CANTO AL DESACIERTO
Gipuzkoa Basket firmó un pobre 27% en tiros de campo y 21 pérdidas ante el Andorra El mal partido de jugadores clave y la lesión de Fakuade pasó factura
Muchas veces la estadística explica claramente lo que sucede en un partido. Los números que firmó el Gipuzkoa Basket el pasado sábado en Illunbe ante el Andorra no dejan lugar a la duda. A pesar de esto, el equipo donostiarra pudo ganar a un muy vulgar Andorra que no se parece nada al de la temporada pasada, aunque ha incorporado jugadores de evidente nivel como el base Jaime Fernández o el alero esloveno Jaka Blazic. No obstante, no han sabido paliar la baja del pívot georgiano Giorgi Shermadini, que se fue al Unicaja. Con todo, el GBC, que se quedó en un pésimo 27% de acierto en tiros de campo, cedió al final sencillamente porque no se puede permitir el lujo de que sus extracomunitarios, Jordan Swing y Kenny Chery, valoren menos cuatro y dos créditos respectivamente. Y eso que el base al menos tuvo la valentía de jugarse los balones más complicados. Sin embargo, no es la primera vez que le sucede a Swing, es más, en los últimos tiempos su irregularidad le está pasando factura a su equipo. Venía de protagonizar un partido notable ante el Fuenlabrada, y el sábado retornó a su peor versión, la misma que le llevó a valorar menos 11 puntos en Badalona. Lo cierto es que en los cuatro últimos partidos su valoración ha sido de menos tres ante Unicaja, menos 11 en Badalona, 21 contra Fuenlabrada y menos cuatro en el último partido. Llama la atención esta caída en picado del jugador cuando en las primeras jornadas siempre había pasado de los diez créditos. Sin duda, una de las claves de la irregularidad del GBC y de que en los finales apretados no encuentre un referente exterior que pueda amenazar al rival.
Sin embargo, el desacierto del sábado fue cosa global. No solo Swing falló casi todo lo que intentó (1/9 en tiros de campo para el estadounidense), otros como Kenny Chery alternaron momentos buenos con otros negativos. De hecho, el canadiense, el otro extra comunitario del equipo, acabó con 13 puntos anotados pero con una valoración solo de dos puntos, y es que su estadística en tiros de campo fue también pésima (4/15). Siguiendo con el juego exterior, Miquel Salvó no anotó punto alguno en 12 minutos sobre la cancha alternando la posición de alero con la de ala-pívot tras la lesión de Fakuade, y Van Lacke anotó dos tiros libres únicamente en 19 minutos con una serie de tinivel ros de campo de 0/4. Tampoco fue el día del base titular Dani Pérez, con 2/10 en tiros de campo, ni de Danny Clark con 4/11.
Y pudo ganar
Con este panorama parece imposible que el GBC soñara con ganar el partido, aunque pudo hacerlo. Enfrente un equipo vulgar, que juega peor de lo que su plantilla puede, que está pagando la factura de disputar dos competiciones. Es lo de siempre, plantillas de un regular tirando a bajo como la del Andorra no pueden participar con garantías en dos competiciones exigentes, sobre todo la ACB por lo que suponen después los viajes y la falta de entrenamientos durante la semana al alternarla con Europa. Esto le está ocurriendo también al Bilbao Basket y a otros equipos menores de la Liga Endesa y que deben atender a otros compromisos sin tener un ‘roster’ largo.
Volviendo al desacierto, al GBC
le penalizó el quedarse en 60 puntos en casa, una cifra muy por debajo de otras que ha logrado en victorias recientes como ante el Unicaja al que le hizo 71 puntos, o más recientemente contra el Fuenlabrada al que le endosó 81. Siempre que Gipuzkoa Basket no ha llegado a 70 puntos ha perdido. Le ocurrió contra el Murcia, también en Illunbe, ante el que cayó por 67-69, o en Badalona contra el Joventut, donde fue superado por los catalanes por 76-67