Un 2017 con más alegrías que tristezas
La clasificación europea de la Real, el casi ascenso del Beasain, el traspaso de Yuri o la retirada de Xabi Alonso han marcado un año positivo para Gipuzkoa
Sin partido de la Euskal Selekzioa de por medio, el año futbolístico ha tocado a su fin y se puede decir que con nota para el futbol guipuzcoano porque han sido 365 días donde las alegrías han estado muy por encima de las decepciones.
Porque 2017 ha sido el año del regreso a Europa de la Real, donde en febrero buscará ante el Salzburgo el pase a los octavos de final de la Europa League y seguir alimentando así el sueño de ver a una Real campeona, mientras en la Liga sigue peleando por acercarse a esos puestos que le permitan repetir la experiencia la próxima temporada y hacer del club txuri urdin un asiduo de los sorteos europeos.
2017 ha sido también el año del Eibar, que logró la mejor clasificación de su historia en Primera División -décimo-, además de consolidar su crecimiento como club. Esta última racha de resultados -16 puntos de 18- le ha permitido además cerrar el año como el mejor equipo vasco en la clasificación con un punto más de los que tenía la pasada campaña a estas alturas. Mantener esta buena dinámica y la ubicación de la nueva ciudad deportiva son sus grandes retos en el año que está a punto de comenzar.
Para el Beasain va a ser muy complicado olvidar este año. Los vagoneros, sin otra pretensión que disputar el playoff de ascenso, acariciaron esa posibilidad ante el Sporting de Gijón B tras dejar en la cuneta a Lorca y Cacereño. Murió en la orilla, en gran parte condenado por la actuación del colegiado Gonzalo Sáiz Pérez que no evitó que toda Gipuzkoa se sintiera orgullosa de un club que fue capaz de sobreponerse a las adversidades para competir hasta el final. Ahora, sólidos líderes de su grupo, los de Urtzi Arrondo amenazan con volver a intentarlo. También ha sido el año del Anaitasuna, que regresó a Tercera de la mano de Igor Quindós tras cuatro años de ausencia y, aunque como para todo recien ascendido la travesía no está siendo sencilla, los azkoitiarras intentarán a la vuelta de vacaciones que su paso por la categoría no sea efímero.
Bergara, Añorga y Urola son otros clubs que igualmente recordarán este año que también ha quedado marcado por la nueva Orden Foral para regular el deporte escolar que levantó una enorme controversia entre los clubs guipuzcoanos.
Este 2017 también tiene sus nombres propios. Nombres como los de Álvaro Odriozola, cuyo meteórico ascenso y consolidación le han llevado incluso a estrenarse con la selección absoluta. Nombres como el de Yuri Berchiche, que en verano protagonizó uno de los traspasos más caros por un futbolista guipuzcoano para jugar en el PSG a las órdenes de Unai Emery. Nombres como el de Irene Paredes, que jugó y perdió a penaltis la final de la Champions femenina.
Nombres como el de Beñat San
José, ganador de dos títulos de Liga con el Bolívar, lo que le ha permitido fichar por el Universidad Católica de Chile,uno de los grandes equipos de Sudamérica.
Pero sobre todo 2017 será recordado como el año de la retirada de Xabi Alonso, el mejor futbolista guipuzcoano de la historia. Se va un jugador inolvidable, que lo ha ganado todo y al que esperan los banquillos para iniciar una carrera como técnico que aún antes de comenzar ya ha generado una enorme expectación. Y es que nadie mejor que el tolosarra ha demostrado que desde Zubieta se pueden alcanzar todas las metas posibles.
Zorionak eta urte berri on