DIARIO DE UN VIAJERO
Si para volver a Europa hay que alcanzar los 64 puntos que la Real sumó la pasada temporada, el equipo se enfrenta a un desafío descomunal
La victoria ante el Sevilla en el último partido del año, adornada además con el entrañable adiós a Carlos
Vela, ha permitido a la Real endulzar el adiós a un 2017 bueno en general, porque supuso el retorno a Europa, pero irregular en su desarollo, ya que ha contado con excesivos dientes de sierra en el rendimiento. Las 16 victorias y los 58 puntos sumados en el año natural conformanun balance notable pero seguramente insuficiente si hablamos de un equipo que quiere jugar en Europa. Al fin y al cabo, la Real necesitó 64 puntos y 19 triunfos la pasada temporada para celebrar el sexto puesto en el último segundo del campeonato, en Balaídos.
Si no llega a ser por la alegría ante el Sevilla, la Real habría despedido el año con una racha de siete partidos consecutivos sin ganar. Una tacadas que, si bien con no tanta asiduidad ni crudeza, se ha repetido a lo largo de los 12 últimos meses, lo que ha revestido de cierto amargor el rendimiento de la Real a lo largo del año. El inicio de 2017, hasta abril (6 victorias en 15 partidos), no fue sencillo, si bien la recta final del campeonato resultó espectacular, con cuatro triunfos y tres empates para enfilar hacia la Europa League. Y algo similar ha ocurrido en esta campaña, con un inicio fulgurante gracias a cuatro victorias consecutivas, para después encadenar cuatro derrotas, recuperarse entre octubre y noviembre y cerrar el año con esa agridulce sensación del que siente que el balance podría haber sido mejor. Con un indiscutible aroma a crisis, hasta que llegó el redentor 3-1 al Sevilla.
Lo cierto es que a efectos matemáticos, la Real cierra 2017 en lo que a la actual temporada se refiere con seis puntos menos de los que tenía hace un año lo que, sin duda, le obliga a apretar al acelerador a par- tir de enero si aspira a entrar en Europa por segunda temporada consecutiva, hito muy pocas veces repetido en la historia de club.
Con 23 puntos después de 17 partidos disputados, la Real necesitaría sumar 41 en los 21 restantes para repetir los 64 que rubricó en Balaídos la pasada temporada lo que, a día de hoy, parece un objetivo ambicioso, cuanto menos. Leganés y Barcelona son los dos adversarios a los que queda por enfrentarse en la primera vuelta y si bien el conjunto azulgrana suma siete temporadas consecutivas sin ganar en Anoeta (cinco triunfos de la Real y dos empates), es posible que Eusebio firmara un balance de 27 puntos en el ecuador del campeonato, es decir, cuatro puntos más en los dos próximos partidos. En ese caso, la Real tendría 8 puntos menos que hace un año a esas alturas lo que, sin ser un desastre después de todo lo vivido en este primer tercio de campeonato, continuaría obligando al equipo a elevar notablemente su rendimiento con la llegada del nuevo año. La Real ha sumado hasta la fecha 23 de los 51 puntos disputados (un 45%) y para repetir los 64 que logró la pasada temporada necesitaría hacer acopio de 41 de los 63 que quedan en juego (65%). Las matemáticas no engañan.
La Real se enfrenta a partir del próximo domingo en Leganés a un desafío descomunal que implica ganar 13 de los 21 partidos restantes, sumar lo equivalente a 80 puntos en una Liga. No es fácil, pero hay que intentarlo. Empezando por Butarque