Resurrección o epitafio

Debut con el Barcelona

Si hay alguna fórmula para derrotar a este Barcelona que Valverde ha reconstruido desde sus cenizas, nadie la conoce. Lejos quedan aquellas dos derrotas de los azulgrana en la Supercopa ante el Real Madrid, a mediados de agosto, cuando parecía que los de Zidane iban a extender su dominio de la pasada temporada a la actual, cual paseo militar. Desde entonces, el conjunto catalán encadena 28 partidos oficiales consecutivos sin conocer la derrota. Y, lo que es más inquietante para la afición de la Real, con la sensación de ir a más, con la sensación de que al solvente juego defensivo que Valverde trató de imponer desde el inicio, se le han ido acoplando con cada vez más soltura los automatismos con balón. Ayer, sin ir más lejos, le metieron cuatro en la primera parte a un Celta que retrató al Madrid el domingo, si bien aquel esfuerzo le pudo pasar factura en el Camp Nou. N i siquiera la Real, dueña del mejor récord actual ante los blaugrana en la Liga, con siete temporadas consecutivas sin perder en su estadio, puede presumir de la patente de cómo ganar al Barcelona ya que le ha hecho frente de todas las maneras. Desde su exhibición de hace un año (1-1), la de 2013, remontando un 0-2, o la de 2014 (3-1), cerrando por dentro y con el fútbol vertical, veloz y eléctrico que le dieron Griezmann y Vela en punta, hasta la lograda en 2015 con Moyes (1-0), encerrados en su área. Eusebio, en cualquier caso, no sacrificará un estilo que ha dejado de ser eficaz. Si no lo ha hecho ahora, se mantendrá fiel hasta el final. O la Real resucita, recuperando ese fútbol que le llevó a arrollar a sus rivales durante fases de la pasada temporada, o firmará el epitafio de un técnico dispuesto a mantener unos ideales que le han dejado de dar resultados