El Madrid se pasea en la pista del Khimki
Recital de juego colectivo y acierto de los de Laso ante un rival descompuesto
El Real Madrid sumó su undécima victoria en la Euroliga, la sexta consecutiva, en Moscú ante un Khimki que no fue rival (78-95) y tampoco se pareció el equipo que le derrotó en el WiZink Center en la primera vuelta.
El conjunto blanco, serio desde el inicio, con un juego coral en ataque coronado por la superioridad física de Edy Tavares (11 puntos y 8 rebotes) fue demasiado para un Khimki desaparecido en defensa e inoperante en ataque, a excepción de su estrella, el ruso Alexei Shved que apareció con cuentagotas para sus 23 puntos, pero con nula influencia en el colectivo.
Comenzó el Real Madrid en su salsa, veloz, combinando entre sus jugadores, encontrando a Tavares bajo el aro y minimizando al Khimki (6-11, min. 4). Los de Pablo Laso llegaban a poner diez puntos de renta (13-23, min. 8) a base de defensas serias y un ataque coral.
El conjunto ruso siguió su pro- gresión con un ritmo alocado y buenos momentos del ala-pívot estadounidense Anthony Gill (22-27, min 13) y el Real Madrid se contagió de sus imprecisiones.
Parecía que el Khimki iba a tomar el mando, hasta que Jaycee Carroll y Taylor embocaron dos triples para el 22-33 e iniciaron un parcial blanco de 0-16, hasta el 2243 (min. 17) contra un conjunto moscovita que ya no encontraba remedios ni en Shved. Todo tranquilidad para los pupilos de Pablo Laso, que se marcharon al descanso con dos decenas de ventaja (3151), doblando el rebotes al rival.
El Khimki acentuó su desidia y frustración en el tercer cuarto a pesar de dos triples iniciales de Shved que fueron un espejismo. A la fiesta se sumó Rudy Fernández en el último cuarto con cuatro triples sin fallo (59-84, min. 36), en su cuenta particular en un final de en el que las defensas se tomaron descanso