Llega el gran día
El de hoy es el gran día de todos los donostiarras y mañana debe serlo para los realistas. Para los que, como Odriozola o el arriba firmante, conjugan las dos pasiones, el fin de semana se presenta especialmente intenso, con una gran carga emotiva. Es inevitable que algo se remueva por dentro y se dispare la emoción cuando suena la Marcha de San Sebastián, desde el ‘Bagera!’ hasta el ‘...beti alai’ que se acompaña con el último golpe al barril o al tambor. Y algo similar sucede con el Txuri Urdin. Son himnos que suenan a añejo o algo de otro tiempo, pero son hermosos por lo que representan. Y cuando se fusionan, es la bomba. Por ejemplo, cuando el público de Anoeta se arranca a cantar a capela la Marcha en los minutos finales de un encuentro de Anoeta, lo que equivale a un triunfo de los txuri urdin. Sí, hoy es un gran día. Ni la lluvia lo va a estropear. Pero el de mañana, en otro sentido, también lo es. Si la Real no gana, los que sonarán serán los tambores de guerra. Tras una semana de reuniones, del presidente con los capitanes y el director deportivo, del propio Loren con Eusebio, del técnico con Aperribay, tras tanta conjura y palmadas de confianza, el triunfo es el único camino. La vía para dar impulso a un modelo que se está quedando sin aire. Ya poco importan las satisfacciones que haya dado antes porque el fútbol se alimenta del presente y éste será desolador si la escuadra txuri urdin acumula otra jornada sin ganar. Con sendas visitas al Villarreal y al Madrid en los tres próximos encuentros. Si la caída libre continúa, si el redoble sigue siendo de derrota, habrá llegado el momento de hacer algo. La caída libre ya es preocupante y no actuar revelaría dejadez por parte de los responsables. Todavía hay 11 días de mercado. Hoy toca disfrutar. Mañana, ganar