Rulli no lo tiene sencillo
Hace escasamente cinco meses a Gero Rulli ni se le pasaba por la cabeza que tuviera que estar viviendo una situación como la actual. El argentino se ha convertido en el centro de las críticas de una afición que no le perdona ni una, cansada de los numerosos fallos que está cometiendo. Son muchos los partidos en los que ha tenido que escuchar música de viento y así es complicado rendir al máximo nivel, algo que hace mucho que no consigue. Sus errores están costando puntos y Gero se está mostrando incapaz de revertir una situación que comienza a ser preocupante, y me refiero sobre todo a lo de los pitos. Son muchos los ejemplos de futbolistas con los que la tomó la grada de Anoeta y se vieron obligados a hacer las maletas para seguir con su carrera deportiva fuera. Hasta el mismísimo Agustín Aranzabal, una institución dentro de la Real, tuvo que marcharse sin poder colgar las botas, como a él le hubiera gustado, vestido de txuri urdin. Ni que decir tiene lo que le ocurrió a Gorka Elustondo. Gero Rulli lleva camino de sufrir la misma situación. Frente al Celta, incluso con la Real yendo arriba en el marcador, fue pitado por su tardanza en poner el balón en juego con el pie. Tampoco juega a su favor que todos los veranos sea noticia por la misma razón, el interés de otros equipos por hacerse con sus servicios. Todo se ha juntado en contra de un portero que prometía mucho más de lo que está dando en estos momentos. Su evolución no está siendo la deseada y de eso también se ha dado cuenta una afición que, de otra cosa no sé, pero de porteros entiende mucho por los buenos guardametas de los que ha podido disfrutar a lo largo de la historia de esta entidad. Por todo esto, Rulli no lo tiene nada sencillo para revertir su situación. Ojalá me equivoque