Un mes decisivo para seguir soñando
El Anaitasuna se medirá a varios de sus rivales directos por la salvación con la obligación de lograr las victorias que se han resistido
Dura, complicada, exigente. Los calificativos para definir la temporada del Anaitasuna son muchos en función de dónde ponga cada uno el listón. Lo cierto es que el regreso a Tercera no está siendo tan agradable como se esperaba. El potencial del equipo da para lo que da y los puntos llegan con cuentagotas a un club que ha gastado la bala del cambio de entrenador. Sin embargo, la marcha de Igor Quindós y la llegada de Xabi Artetxe no ha mejorado la situación en la tabla. Dos empates en otros tantos partidos ha sido el balance del nuevo técnico del conjunto azkoitiarra en sus primeros compromisos.
El problema del equipo no estaba en el banquillo. Quindós pidió a gritos reforzar la plantilla, especialmente del centro del campo hacia delante, consciente de que ahí iba a estar la diferencia para lograr más victorias. Las dudas son lógicas en un club que no puede comprometer su economía ni romper la filosofía que le ha llevado hasta Tercera. Tirar de jugadores de la casa ha sido la fórmula del éxito.
La clasificación sigue en un pañuelo pero la situación puede aclararse en pocas semanas. El cuadro azkoitiarra afrontará en las próximas jornadas duelos a cara o cruz con algunos de sus rivales más directos. De aquí al 18 de febrero el Anaitasuna se verá las caras con Real Sociedad C, Bermeo, Aurrera de Vitoria y Basconia. Exceptuando al filial realista que está luchando por el playoff de ascenso, los otros tres adversarios aspiran a salvar la categoría, objetivo último del Anaitasuna. Las salidas a Itxas Gane y Artunduaga, unidas a la visita del Aurrera de Vitoria a Txerloia, van a marcar de forma importante el tramo final de la temporada.
Son cuatro de los cinco últimos de la clasificación -falta el Getxo-. Estos compromisos aclararán las opciones guipuzcoanas de salir de la quema o perder la categoría.
El rey del empate
La diferencia entre ganar o empatar es mínima, detalles, pero las consecuencias clasificatorias son enormes. El Anaitasuna ha demostrado que puede competir contra todos los equipos, pero le ha resultado muy difícil sumar de tres en tres. Los azkoitiarras se han convertido en los reyes del empate. Acumulan un total de 11 en lo que llevamos de temporada. Una cifra que sólo alcanza el Deusto en su grupo de Tercera y que ha condenado en más de un partido a los azkoitiarras.
A nivel estatal, sólo hay tres equipos que hayan sumado más empates. Esta particular clasificación la lidera el Arenas de Getxo con 13, uno más que el Valencia Mestalla y el Villaverde San Andrés.
Salir de los puestos bajos de la clasificación va a obligar al Anaitasuna a lograr victorias. El empate ha dejado de ser un mal menor. No garantiza ver la luz al final del túnel. Las cuatro últimas jornadas depararon otros tantos empates para los guipuzcoanos. Demasiadas concesiones.
Para el Anaitasuna ha llegado la hora de la verdad. Cada partido se ha convertido en una final, encuentros sin margen de error. Lograr un balance positivo en las próximas semanas será vital para soñar con la salvación
NO HAY MEJORÍA El cambio en el banquillo no ha servido para cambiar la dinámica
CUATRO SEGUIDOS El Anaitasuna encadena cuatro empates que no le sacan de pobre
CARA O CRUZ Medirse a rivales directos por la salvación darán oxígeno o hundirán al equipo