Cou, en el reino de Leo
LO DE MESSI ES INSUPERABLE. Ayer calificó al FC Barcelona para las semifinales de la Copa con dos robos de balón que acabaron en gol. Cuando al final del encuentro apretó un buen Espanyol, el argentino bajó a retener la pelota en el mediocampo o en el palo del córner. Messi dejó claro que es, por encima de todo, un jugador de equipo capaz de leer un partido como nadie lo hace porque su lectura siempre es colectiva. El Barça no debió sufrir como lo hizo en los minutos finales porque jugó muy buen fútbol, pero el Espanyol de Quique Sánchez Flores volvió a ser el equipo ordenado que cambia de velocidad en los últimos minutos para buscar la sorpresa cuando queda menos tiempo para la reacción. Le salió bien en Cornellà. Ayer no, pero compitió hasta el último segundo.
LA COPA ES UNA COMPETICIÓN de infarto. Madrid y Atlético están fuera y el Valencia sufrió mucho con el Alavés. El único que está cumpliendo es el Barça que ya lleva ocho semis consecutivas y ayer el resultado final fue más justito que lo que indicó su juego. La posesión final fue escandalosa (72% a 28%) La presión del centro del campo blaugrana que quiere Valverde va tomando forma cada vez más.
EL DEBUT DE COUTINHO fue celebrado en una grada repleta. El brasileño jugó como si siempre hubiera estado en ese equipo. La Liga española no es extraña para él y el fútbol del Barça tampoco por lo que dio la sensación de que acortará seguramente los plazos de adaptación que acostumbran a ser lógicos. Jugó con desenvoltura, combinando siempre y sin sentirse extraño. Tendrá un buen papel. Lo tuvo ya contra su ex equipo que plantó cara en el Camp Nou. Algunos cuestionaron que los de Quique no fueran más ofensivos, pero de serlo, seguramente, los blaugrana hubieran dispuesto de más espacios y de más peligrosidad. El Barça ya está en semis. Nunca tira la Copa