Cilic, brillante e histórico primer croata en la final
Campeón del Open USA 2014, el nuevo nº 3 mundial acribilló al novato británico Kyle Edmund en tres sets
El croata Marin Cilic, 29 años y nº 6 mundial, ya ha hecho historia en Australia. Se ha convertido en el primer tenista de su país que llega a la final, tras acribillar al británico Kyle Edmund, 23 años y 49º ATP, por 6-2, 7-6 (7-4) y 6-2 en 2h.18’.
Campeón del Open USA 2014, finalista de Wimbledon 2017, Cilic ya espera rival, que saldrá hoy del duelo entre el pentacampeón suizo Roger Federer y la sensación surcoreana Hyeon Chung.
Cilic ya enseñó que tenía el tenis perfilado en su batalla con Rafa Nadal , aunque concluyera con la lesión y retirada del número uno mundial. Y no desaprovechó la oportunidad creada viéndose las caras por vez primera con un novato en esta ronda de privilegio de Grand Slam, un Kyle Edmund que no pudo hacer frente al recital del balcánico, arrastrando además problemas físicos, del desgaste en su cuerpo y mente.
El croata se marchará de Melbourne firmando su mejor ranking mundial: asciende a la tercera plaza, quedará por detrás de Nadal y Federer con independencia de lo que suceda hasta la conclusión del Abierto. Un paso más para el heredero natural del héroe croata por excelencia, el campeón de Wimbledon 2001 Goran Ivanisevic, al cuarto intento.
Marcando territorio un Cilic que es el primer tenista fuera del afamado y condecorado ‘Big Four’ (Federer, Nadal, Djokovic y Murray), en la final de Melbourne desde Jo-Wilfried Tsonga en 2008.
Empezó la primera semifinal con 15-40 Edmund, dos bolas de ‘break’ a favor. Las remontó Cilic con la solvencia de su saque, que ya no volvió a poner en peligro. 45 de 50 puntos con primer servicio, 22 de 39 con el segundo. Sólo 11 ‘aces’, pero siempre tomando la iniciativa con su principal arma. Y repitiendo los latigazos de derecha y revés ya dejados ante Nadal en el Rod Laver Arena.
Edmund, nacido en la localidad surafricana de Johannesburgo y residente oficialmente en las Bahamas, abandonó la cancha tras ceder el set inicial. Pidió asistencia, aunque la misma se produjo en el vestuario. Regresó a la cancha tras un parcial 5-0 Cilic, para cierre del set por 6-2 e inicio arriba en el segundo, 1-0. Aguantó Edmund en esta manga, en la que mantuvo intercambios dialécticos intensos con el juez de silla, el australiano John Blum. Incluso provocó la entrada del supervisor, el suizo Andreas Egli, reclamando la repetición de un punto.
Estaba rabioso desde una falta de pie ‘cantada’ de inicio. Y se sentía impotente ante la fiereza del tenis de Cilic, que cruzará los dedos por no reencontrarse con Federer, con quien está 1-8