Mañana torcida para Diego Llorente
La ausencia de Adnan Januzaj y el golpe que sufrió Diego Llorente fueron las más significativas novedades del entrenamiento que la Real efectuó ayer por la mañana en el Z7. El central madrileño se torció el tobillo derecho en una acción fortuita y se retiró del campo a un cuarto de hora de que finalizara la sesión. Hizo lo posible por restablecerse, el médico le atendió, le aplicó ese spray con tintes mágicos pero no fue posible curar al madrileño, al menos como para que volviera a entrar en la escena del partido diseñado por Eusebio en dimensiones estrechas. El central se fue del campo cojeando y las primeras exploraciones diagnostican una torsión en el tobillo.
A expensas de conocer la trascendencia del golpe de Llorente y qué importancia acarrea la lesión de Januzaj, el entrenador de la Real tiene dónde elegir en sus cábalas de cómo asaltar el Santiago Bernabéu. Con el concurso de Andoni Gorosabel en la práctica matutina, Eusebio contó con 23 soldados en su tropa a cuatro días de visitar al Real Madrid. Uno de ellos, canterano del Real Madrid, se la podría perder. Es Llorente.
Se vieron pruebas interesantes en la última sesión abierta al público previa a jugar en Madrid. Ausente en los últimos tres partidos de Liga, David Zurutuza, piedra angular de la Real, presenta su candidatura para reintegrarse en el equipo. La semana pasada ya se ejercitaba con relativa normalidad –sólo faltó a los ensayos en campo completo- y ahora se encuentra a pleno rendimiento, desde el primer minuto hasta que acaba el entrenamiento. Las actuaciones de Igor Zubeldia en su lugar son convincentes pero siempre que está apto, la plaza de Zurutuza en el ‘once’ no se discute.
Como si estuviera en la Real desde hace meses se empleó el último refuerzo, Héctor Moreno, otro aspirante a entrar en las alineaciones. Eusebio le colocó en Zubieta junto a Aritz Elustondo en el eje de la zaga. Podría ser la pareja del Bernabéu. La otra la fueron conformando Navas y Llorente hasta que el ex del Real Madrid se marchó lesionado.
Zubeldia aspira a mantenerse
El tramo mollar del entrenamiento tenía enormes similitudes con el partido de un domingo cualquiera. Se presenciaron eternas posesiones de balón comandadas por Illarramendi, Zurutuza, Zubeldia o Guridi. Duraban tanto que apenas se vieron remates a puerta. El azkoitiarra fue el partenaire de Zurutuza prácticamente toda la mañana. En el Metropolitano jugaron juntos en la medular, con Illarra, y la opción podría ganar peso cara al sábado. De modo que la vuelta de Zurutuza podría no traducirse automáticamente en la salida de Zubeldia del ‘once’.
Goles y golpe de Bautista
Una salvedad entre tantos gestos reconocibles. Los delanteros centros del cuadro blanquiazul jugaron en el mismo equipo durante el ejercicio de tener, tener y volver a tener el balón. Agirretxe con Willian José; Bautista con Agirretxe; Willian con Bautista. El canterano de Errenteria fue el único en ver puerta durante el ejercicio que Eusebio diseñó en tres cuartos de campo, mediante una acción genuina de media vuelta y remate inapelable. Un poco más tarde chocó con Gerónimo Rulli al intentar driblarle y se golpeó la rodilla, sin consecuencias.
La magia de Prieto no caduca
Sólo faltaba el partido en que se lesionó Diego Llorente para rematar el entrenamiento. Este simulacro también dejó apuntes interesantes: una vaselina de bella factura obra de Sergio Canales, más señas del olfato que posee Jo n Bautista para marcar goles y la eterna inspiración de Xabi Prieto, ‘Capi’ para sus compañeros.
La magia del donostiarra no caduca ahora que divaga sobre si colgará o no las botas a final de temporada. Fue el autor de un gol exquisito, cruzando el cuero a la cepa del palo, y trazó una virguería delante de Navas que evocó a su más tierna juventud balompédica.
El director deportivo de la Real, Lorenzo Juarros, presenció en directo la mayoría de una sesión rica en contenidos