“MI RETO ES VOLVER A SER EL DE ANTES”
El sábado entró en la convocatoria para el partido ante el Girona. El domingo volvió a defender la camiseta rojiblanca en competición oficial tras ganar su segunda batalla al cáncer. El lunes, tras comer con su amigo Jonás Ramalho, recibió en Barcelona junto a José Ángel Iribar el trofeo Fair Play Seat que Mundo Deportivo otorgó a la plantilla del Athletic por el detalle de raparse el pelo prácticamente al cero en plena fase de tratamiento de su compañero.
¿Qué se siente al recibir un premio por el detalle de compañerismo de toda una plantilla?
El premio va en nombre de ellos, de mis compañeros, por el gesto que tuvieron todos de raparse la cabeza. No creo que aquello fuese fácil para ellos y para mí fue un momento muy emotivo y muy bonito. Algo que siempre se me va a quedar en el recuerdo.
Cuando ve repetido el vídeo de su llegada a Lezama y encontrándose con sus compañeros rapados ¿qué siente?
Muchos recuerdos. De cómo estaba en esos momentos y cómo estoy ahora. En el momento en que estaba y la manera en cómo me vino todo aquello. No tengo palabras para el detalle.
Usted acaba la temporada titular en el Calderón tras superar un tumor testicular, está a punto de debutar con la absoluta y está concentrado con la sub-21 cuando le llega la noticia de la recaída.
Un auténtico mazazo. Teníamos el Euro sub-21 y estaba con ganas. Esa misma semana había ido con la absoluta a jugar contra Macedonia. Aquella noticia me llega en un momento muy dulce, porque estaba disfrutando jugando en el Athletic y tenía el premio del Europeo.
¿Quién le da la mala noticia?
Cuando me levanto me llama el jefe de los servicios médicos del Athletic y me lo comunica. Bajo al desayuno y hablo con Celades y el médico de allí. Me dieron la opción de jugar y realizar el tratamiento después o de hacerlo ya. Yo quise hacerlo cuanto antes.
¿Y la reacción de sus compañeros?
Williams y Kepa me acompañaron a la habitación para pasar juntos ese mal rato. Los demás quisieron dejarme tranquilo. Hubo momentos en que ninguno podíamos parar de llorar.
Y a partir de ahí trasciende públicamente la noticia y empiezan a llegarle los apoyos.
En el propio cumpleaños de Williams que celebran allí, en la concentración, se proponen dedicarme ese Europeo, algo que no lograron por muy poco.
¿Y la gente de fuera del fútbol?
Me ha escrito y se ha preocupado por mí mucha gente, a la que ni conocía. Gente que en algunos casos también ha estado pasando por lo mismo. He mantenido contacto con ellos. La verdad es que estoy muy agradecido a todo el mundo.
En este segundo proceso sufrió mucho.
Al final tu cuerpo no responde como quieres y cuesta más volver a entrar en esa rutina de todos los días. El estar parado te crea esa inestabilidad que para un futbolista no es buena. Cogí bastante peso y me tocaba bajar todo eso y volver a como estaba antes.
Se habló entonces de que su familia también lo estaba pasando mal.
Mi abuela, al igual que yo, también tuvo cáncer y falleció una semana antes de que a mí me dieran la noticia de que ya estaba curado.
Mejor hablemos de fútbol. ¿Cómo se encontró en Montilivi?
Me encontré a gusto, con muy buenas sensaciones. Una pena el resultado. La verdad es que no fue el partido deseado, pero me sentí feliz de volver a pisar un terreno de juego. Ahora mi reto es volver a ser el de antes.
¿Cuándo le dicen que juega?
Horas antes del partido nos dice que vamos a jugar con cinco atrás, algo que ya habíamos estado preparando durante la semana. Fue en el hotel.
¿Y?
Fue como el año pasado cuando vi mi nombre en Sassuolo. Pensé ‘¡joder, vas a volver a pisar un terreno de juego después de lo que has pasado!’.
El experimento salió rana.
Ellos tienen muy matizado su sistema y sabían a lo que jugaban. Para nosotros era algo nuevo porque no estamos acostumbrados a los tres centrales. Intentamos abrir espacio por las bandas y al final nos faltó llegada.
¿Qué le parecen los palos que le han caído a Ziganda por esta derrota?
La gente cuando no le ve bien al Athletic, ahora más que antes, se hace notar. Sí que es verdad que le están cayendo demasiados palos al míster. Yo confío en él porque ha sido mi entrenador en el Bilbao Athletic durante dos años consecutivos y sé que es un gran entrenador.
¿Cómo reacciona la gente tras su vuelta a la competición?
Recibí un montón de mensajes.
Las redes sociales siempre me han respaldado, siempre me han mandado muchísimos mensajes, y el domingo, muchísimos más todavía.
¿Alguno en especial?
De Laporte, por ejemplo, me despedí unas horas antes y él me contestó justo ese día. No hablamos mucho, pero sí que me felicitó