A HORA O NUNCA
La visita anual al Santiago Bernabéu rara vez puede considerarse como una oportunidad. El potencial del propietario del estadio invita siempre a la prudencia pero, paradójicamente, de ciento en viento, hay momentos en los que las circunstancias del destino parecen confabularse en favor de los intereses de la escuadra a la que el calendario obliga a hacer parada y fonda en Chamartín. Es el caso. El más que escaso bagaje que está firmando el Real Madrid en lo que va de campeonato en su estadio, unido a la inminente eliminatoria contra el Paris Saint Germain en la que Zidane y los suyos se juegan la temporada, alimentan la teoría de que el Bernabéu se pone más a tiro que nunca de una Real revitalizada, ligeramente siquiera, tras su goleada al Deportivo de la Coruña.
Si la Real será capaz, o no, de puntuar en feudo merengue lo sabremos mañana en torno a las 22.30 horas de la noche. Lo que no admiten discusión son los datos. El Real Madrid protagoniza la peor temporada de la última década en el Bernabéu. A estas alturas de la campaña, en Liga ya ha dejado escapar tantos puntos (11) y ha perdido tantos partidos (3) como en la 08/09, en la que Juande Ramos sustituyó a Bernd Schuster en el banquillo madridista. Es decir, salvo que el Madrid gane los ocho partidos que le quedan por jugar como local, la temporada 17/18 será la peor de los blancos en su campo en los diez últimos años, y una de las peores de su historia.
La cifra deja en evidencia que el estadio del Real Madrid se presenta más vulnerable que nunca a ojos de sus visitantes y así lo atestigua el hecho de que los de Zidane ni siquiera hayan sido capaces de sacar adelante la mitad de los partidos que han disputado ante su afición, 8 de 17 (47%).
Un desastre en la Copa del Rey
El mal del Real Madrid no se focaliza en un torneo en concreto, ya que ha tropezado en el Bernabéu en todas las competiciones en las que ha participado, si bien sus problemas han sido más visibles en
Liga y, ante todo, en Copa, donde no ha ganado ninguno de los tres partidos que ha jugado. Tras empatar ante modestos como Fuenlabrada y Numancia, su vulnerabilidad como local le acabó costando la eliminación del torneo, al perder frente al Leganés (1-2) en cuartos de final. No puede sacar mucho más pecho en el torneo de la regularidad donde además de la dolorosa, aunque hasta cierto punto justificable, derrota ante el Barça, el Bernabéu ha visto a su equipo doblar la rodilla frente al Betis y el Villarreal y empatar contra el Valencia y el Levante. A favor de los blancos sólo cabe decir que tres de esos cuatro resultados adversos se produjeron, de forma consecutiva, en los tres partidos que jugaron en casa esta temporada. Eso sí, en gran medida les costaron la Liga. El Tottenham, por último, es el noveno de los 17 equipos que han visitado esta temporada Madrid en haber vuelto a casa con puntos en su zurrón, al empatar en Champions (1-1) un partido que tranquilamente pudo ganar.
El PSG a la vuelta de la esquina
El componente que termina de dibujar un escenario favorable, a priori al menos, para la Real es el hecho del que el miércoles el Real Madrid recibe el Paris Saint Germain en la ida de los octavos de final de la Champions. Un partido sobre el que se lleva meses hablando en Madrid, que acapara toda la atención dejando en un segundo plano la visita txuri urdin y que incluso podría llevar a Zidane a reservar mañana contra la Real a alguno de sus mejores futbolistas. Al fin y al cabo, la Liga está perdida para los blancos y el éxito de su temporada se centra, exclusivamente, en avanzar en la Copa de Europa.
Con todo, la Real tendrá enfrente un adversario de cuidado mañana en un Bernabéu en el que, además, los txuri urdin sólo han ganado tres veces en toda su historia en las 70 visitas ligueras. El contexto previo al partido faculta al más optimista para elucubrar con que mañana llegará la cuarta. No cabe duda de que se trata de un ahora o nunca para los txuri urdin