LA GRAN AMENAZA
El escolta estadounidense del Zaragoza, Gary Neal, llegará a Illunbe tras ser MVP de la jornada Es el gran referente del equipo aragonés y uno de los jugadores con mejor trayectoria ACB
Gary Neal es uno de los jugadores más determinantes de la Liga Endesa. Juega en el Zaragoza, próximo rival este domingo del Gipuzkoa Basket en Illunbe, y aunque su equipo no acaba de carburar, Neal fue vital para que los aragoneses lograran cortar su mala racha de resultados y doblegar al Río Natura la pasada jornada. Para que esto sucediera, el escolta estadounidense tuvo que firmar su mejor partido, tanto en lo personal como en lo que a un jugador del Zaragoza en anotación se refiere. Los 36 puntos de Neal, casi la mitad de los que consiguió su equipo ante los gallegos, fueron claves para explicar un triunfo que vale oro en un club cuyas expectativas eran otras a la hora de fijar sus objetivos.
La estadística de Gary Neal fue sobresaliente: 36 puntos de anotación, con unos porcentajes de acierto notables de 4/7 en tiros de dos puntos, 6/9 en triples y 10/11 en tiros libres. Todo ello en 33 minutos sobre la cancha, en los que también le dio tiempo a capturar dos rebotes, repartir tres asistencias y provocar ocho faltas. Al final terminó con una valoración de 33 créditos. No es la primera vez esta temporada que sale como MVP de la jornada. El propio Neal reconocía tras conocer que había sido otra vez el mejor de la Liga Endesa que “sienta genial ser de nuevo el Jugador de la Jornada, pero sobre todo la victoria. Especialmente por lograrla delante de nuestra gente. Conseguir la victoria haciendo una gran actuación frente a tus aficionados es una sensación maravillosa”. Neal logró este galardón en la jornada ocho y fue designado también el mejor del mes de noviembre.
Sin duda es el ‘killer’ del Zaragoza, el jugador al que recurren siempre sus compañeros cuando hay que desatascar las defensas rivales. Y será, por supuesto, el encargado de ponérselo difícil al GBC este domingo en Illunbe.
La vida deportiva de Gary Neal es larga. A sus 33 años tiene a sus espaldas un amplio recorrido por diferentes competiciones. Destacan sus temporadas en la NBA en la que fue jugador importante de equipos como San Antonio Spurs, disputó como ‘rookie’ el ‘All Star’ en la campaña 2010-11 en un quinteto en el que compartió equipo con figuras como Demarcus Cousins, John Wall o Blake Griffin, y logró su mejor marca de triples al anotar siete en un partido del playoff final contra Miami. Peor le fue en Charlotte, Minnesota o Washington donde su notoriedad fue menor. Antes ya había probado las ligas europeas, Turquía e Italia y la ACB (Barcelona y Unicaja) aunque su paso fue muy breve en aquellos momentos. Su llegada a Zaragoza este curso fue, sin duda, todo un aviso de lo que pretendía el club maño, aunque luego todo se ha torcido hasta el punto de que el Zaragoza viaja en el vagón de cola de la competición. Algo ha tenido que ver en el último mal tramo de resultados la lesión del propio Neal, que se perdió cuatro partidos el pasado mes por un problema muscular en el biceps femoral de su pierna izquierda. Ahora, otra vez de vuelta, vuelve a ser el faro ofensivo sobre el que
descansan la mayoría de sistemas de ataque del equipo.
Sobre todo un ‘shooter’
Lo cierto es que Gary Neal no responde al perfil de jugador físico, todo lo contrario, es un escolta con mucho talento pero que no se apoya en su físico para desequilibrar al defensa rival. No es rápido, tampoco demasiado alto (1,93) para su posición, incluso fuerza muchas situaciones ofensivas dentro de su voracidad para atacar el aro, pero sí tiene una gran mano para lanzar desde lejos. Bien en posición bien tras salir de los bloqueos su fiabilidad es muy alta. Curiosamente y a pesar de que también es peligroso en la media distancia, le gusta ejecutar desde el triple siempre que puede. No es fácil verle atacar el aro en penetraciones por su carencia de centímetros y de salto, por lo que el GBC debe vigilar sobretodo su lanzamiento exterior. Bajar sus porcentajes de acierto será clave para que la victoria se quede en casa