"MERCEMOS TENER UN HUECO EN ESTA LIGA"
Michael Fakuade (Chicago, 1989) está disfrutando con su primera experiencia en ACB tras varias etapas en LEB. Llegó a Europa muy joven procedente de la NCAA y poco a poco se ha ido haciendo un hueco en el basket continental. En el GBC quiere demostrar que puede seguir escalando en el ranking.
¿Cómo está el equipo tras estas dos derrotas?
Fueron duras porque estos partidos de casa son los que realmente queremos ganar. Lo hemos estado haciendo bastante bien hasta ahora y toca darle vueltas a los fallos que cometimos. Solemos pelear cada partido y estamos convencidos de que vamos a levantarnos tras este bache. Debemos seguir trabajando.
¿Por qué le cuesta tanto al equipo remontar cuando va perdiendo?
Es complicado. Cuando peleamos tan duro para remontar lo que queremos es ganar. Eso demuestra el carácter del vestuario. Creo que llegaremos al punto de remontar esos encuentros que se nos ponen cuesta abajo y que están tan peleados.
Ahora viene un parón bastante largo.
Es una gran oportunidad para que mejoremos como equipo. También para relajarnos, descansar los cuerpos y volver más fuertes y unidos.
¿Cómo está siendo su debut en ACB?
Me siento genial. Es una gran liga, muy competitiva y donde cualquiera puede ganar a su rival. Estoy contento de estar aquí y de poder mostrar mi talento. Jugar en el GBC te da la oportunidad de demostrar que no somos un equipo que haya que tomar a la ligera en la ACB.
¿Se ha encontrado lo que esperaba?
Sí, una competición muy física, con equipos muy buenos y jugadores talentosos. El movimiento de balón está al nivel más alto que he visto nunca.
¿Se ajusta eso a su estilo?
Solo intento encajar donde puedo y donde el equipo me pide que encaje. Intento tomar ventaja de eso y averiguar qué nos puede faltar: energía, rebote, defensa...
¿Qué me dice del vestuario?
Tenemos un ambiente estupendo y gente muy divertida como Henk Norel, Danny Clark, Kenny Chery o Jordan Swing. Me siento a gusto y hay buena química. Tratamos de estar juntos la mayor parte del tiempo siempre que la familia lo permita. Nos gusta ir a los partidos del Bera Bera o del IDK Gipuzkoa.
Sus compañeros le describen como un gran jugador de cartas.
(Se ríe). Solemos jugar a las espadas en el autobús y nos lo pasamos realmente bien.
Empezó en la NCAA y después de cuatro años dio el salto a Europa.
Fue mi primer año fuera de casa. Pasé de la universidad directamente a profesionales y fue divertido, un periodo de adaptación positivo para aprender y seguir mejorando.
¿No fue un paso atrás?
Solo fue diferente. Pasé de jugar contra chavales de mi edad a hacerlo contra adultos. Y con 22-23 años es algo a lo que no estás acostumbrado. Solo quedaba adaptarse y seis años después aquí sigo.
¿Pensaba que iba a estar tanto tiempo por aquí?
No. Me encanta este deporte y ha sido una etapa divertida. Llegar al más alto nivel en la ACB ha sido como una bendición.
¿Ha estado ligado al basket desde pequeño?
Tenía una cancha cerca de casa y solía ir ahí a jugar. Siendo de Chicago teníamos la figura de Jordan y en esa época, cuando yo tenía 6 años, los Bulls estaban en su último arreón. Recuerdo ver a mi padre siguiendo los partidos por la tele. Fue algo que empecé como una diversión y que luego cogí con más seriedad.
¿No le dio tiempo a probar algún otro deporte?
Fútbol y fútbol americano. Hasta que tenía 15 años no empecé a entrenar en serio, ya que hasta ese momento solo jugaba por diversión. Quizá fue algo más tarde de lo habitual.
¿Soñaba con llegar a la NCAA?
Ese fue mi primer objetivo. Cuando estaba en el instituto tuve una oportunidad y la traté de aprovechar. Pero el entrenador que tenía fue despedido y me tuve que trasladar a otro colegio que jugaba en la segunda división. Curiosamente me ayudó porque pude jugar y mostrarme más.
¿Está solo en su aventura por Europa?
Mi novia ha estado conmigo en los últimos 2-3 años pero, por temas de visado, solo puede estar en etapas de tres meses. Afortunadamente su trabajo le permite trabajar online, por lo que no hay tantos problemas.
¿Echa de menos Chicago?
Suelo volver al final de cada temporada, aprovechando el descanso veraniego.
Un objetivo personal y colectivo.
Queremos acabar lo más arriba posible y enseñar a la ACB que somos un equipo que hay que respetar. Que todos enseñemos el talento que tenemos para demostrar que merecemos tener un hueco en esta liga. A nivel personal, quiero crearme mi reputación. No sé dónde estaré el año que viene. Quiero ganarme el respeto de jugadores y entrenadores para demostrarles mi nivel