McLaren arranca el motor de su MCL33
En Woking, el invierno ha sido más largo y difícil de lo normal. En la fábrica de McLaren no ha habido prácticamente descanso desde que se acabó la temporada de F1 y es que todo el equipo trabajó sin parar con un claro objetivo: construir un coche que permita a Fernando Alonso volver a luchar por podios y posiblemente algún triunfo en 2018. Se trata de un MCL33 que no deja de ser una evolución del gran concepto aerodinámico que exhibió el coche inglés el pasado curso, en el que demostró que pese a no poder competir con los mejores por los constantes fallos de fiabilidad y poca potencia de su propulsor, sí pudo estar entre los mejores en cuanto a chasis siendo competitivo en curva. Pero el principal punto en el que debía poner su foco de atención en McLaren era el motor. El cambio de propulsor Honda al Renault no sería un camino de rosas, sino que había que adaptar el chasis McLaren para introducir un motor con una estructura bastante diferente al de los nipones. Y como anunciaron Boullier y Brown hace semanas, todo pareció ir según lo previsto pese a la celeridad con la que debieron realizar dicho cambio por lo tarde que se anunció el acuerdo con la fábrica francesa el pasado año. Así, tras un invierno complicado, la primera gran satisfacción de la temporada para los británicos llegó ayer, cuando el propulsor Renault se encendió por primera vez dentro del MCL33, un momento que el propio Fernando Alonso quiso presenciar en primera persona en Woking