“No se tenía que haber jugado”
Los presidentes de Idiazabal y Elgoibar analizan lo ocurrido el sábado con el árbitro
Más de 24 horas después de lo ocurrido en Idiazabal, las aguas bajan más tranquilas aunque las condenas se siguen sucediendo. Después de que MD adelantara que el árbitro que dirigió el partido de Regional Preferente entre el Idiazabal y el Elgoibar, el onubense Manuel Sarrión González, amenazó con expulsar a todo aquel que hablara en euskera, las reacciones no se han hecho esperar.
Un día más tarde de estos graves acontecimientos, los presidentes de ambos clubs analizaron fríamente lo ocurrido en Arizkorreta. En primer lugar pidieron que se deje a un lado a jugadores y cuerpos técnicos para evitarles problemas y porque entienden que son ellos los que tienen que dar la cara. En segundo lugar, se lamentaron por haber disputado un partido que “se tendría que haber suspendido”. Y, en tercer lugar, confirmaron que ya han redactado un escrito de denuncia que hoy enviarán a la Federación Guipuzcoana y al Comité de Árbitros.
“No hay derecho a que hoy en día sigamos con estas cosas”, se lamenta Jon Basurto, presidente del Elgoibar. El máximo mandatario del club, que no se pudo acercar hasta Idiazabal para ver el partido, confiesa que se quedó “sorprendido” tras la llamada de su entrenador contándole lo sucedido. “Me da igual de dónde sea el colegiado, lo que ha pasado es muy grave”.
Basurto apunta a que si él hubiera estado presente en el campo, habría apostado por cancelar el partido sin importarle las consecuencias. “Somos equipos de Regional y no pasa nada si se cancela. Podemos quedar cualquier otro día para jugar”.
“No vamos a suavizar nada”
Por su parte, Matías Aranburu, presidente del Idiazabal, se mostró triste por no haber reaccionado de otra manera. “Realmente me siento un poco triste porque lo mejor hubiera sido no jugar. Quizá no me di cuenta al principio de la magnitud del asunto pero, como ya me han comentado en el pueblo, fue una situación casi peor que las que se vivían hace 40 años”.
Aranburu, que admite que se han visto sobrepasados por el alcance que ha tenido la noticia, con llamadas de amigos que están en la otra punta del planeta, no pretende edulcorar absolutamente nada. “Vamos a decir la verdad y no vamos a suavizarlo”, sostiene. Hoy mismo se desplazará hasta Donostia y aprovechará su visita para acercarse hasta la Federación Guipuzcoana. “Al final el que pierde es el fútbol pero tenemos claro que con esas actitudes no se puede pitar en Gipuzkoa”.
Cabe recordar que el colegiado del partido del sábado amenazó con expulsar a todo aquel que se comunicara en euskera, obligó al portero local a cambiarse de calcetines sin motivo aparente y también reunió a los dos equipos 10 minutos antes del arranque del encuentro para indicarles que iban a salir juntos, con el trío arbitral en cabeza y con saludo final a la grada. Según fuentes consultadas por MD, el colegiado expresó con un tono chulesco que “aquí vamos a salir como se funciona en nuestra tierra”