Nº 1 EN MAGIA
Exhibición de Roger Federer para proclamarse campeón en Rotterdam y volver al nº1 invicto en 2018 El suizo apabulló al búlgaro Grigor Dimitrov, por 6-2 y 6-2, con un recital de saque, derecha y revés
El público que presenció ayer la final del ATP 500 de Rotterdam quizá esperara una lucha de poder a poder entre dos de los maestros del circuito, Grigor Dimitrov y Roger Federer. No pudo verla, pero sí fue testigo de una exhibición apabullante del suizo, que celebró con una victoria de muchísimos galones el número 1 del mundo que ostenta desde hoy en la ATP. Por 6-2 y 6-2 sacó de la pista Federer a un Dimitrov sin opciones, desdibujado desde el principio y hasta el final por un rival desatado hacia la victoria.
Nada pudo hacer Dimitrov para frenar el vendaval en una pista dura indoor en la que Federer hizo lo que quiso y cuando quiso y en la que el búlgaro tan solo aguantó en los tres primeros juegos del partido. Desde entonces, el encuentro tan solo vivió pendiente de cómo iba a sorprender el suizo en cada uno de sus golpes.
Y no fue porque Dimitrov no lo intentara, ya que el búlgaro no se arrugó desde el fondo de pista, buscando peloteos para poner en aprietos al suizo. Eso sí, sin éxito, porque sus errores fueron castigados con demasiada dureza por un
rival sin piedad, con hambre intacta a pesar de que ya son muchos los mordiscos que le ha dado a los libros de historia. Lo demostró Federer en el quinto juego del primer parcial tras un error clamoroso de Dimitrov en una subida a la red, en la que mandó larga su volea para conceder a Federer una bola de break. No la desaprovechó el suizo, que con esa ruptura (3-2) se adueñó del partido, desatado con el saque y convirtiendo en ganadores tanto las derechas como los reveses que soltaba desde el fondo de la pista. Superado, Dimitrov cedió un segundo break letal para sus intereses (6-2).
Faltaba por ver si el búlgaro podría poner fin a la sangría en el inicio del segundo set, pero no fue así. Muy errático con el revés y en la red, entregó a las primeras de cambio su servicio para ver cómo se le marchaba el partido. Si bien es cierto que salvó una bola para la puntilla del 3-0, nunca tuvo opciones Dimitrov ante las bolas de todos los colores que le enviaba el suizo: el 6-2 final fue reflejo de ello.
Vuelta al nº1 y más récords
Federer conquistó así un trofeo que sirve para apuntalar un inicio de 2018 soñado para él, con títulos en Australia y en este torneo holandés. Roger agrandó su leyenda con su 97º título, tercero en Rotterdam tras los conseguidos en 2005 y en 2012. Con 146 finales en el circuito, superó las 145 de Lendl y tan solo tiene por delante las 164 de Connors. Además, el suizo desempató con Nadal al frente de la tabla de torneos ATP 500 tras sumar su 20º entorchado, por los 19 de Rafa, y se convirtió en solitario en el quinto jugador con más títulos en pista indoor (24, tras superar las 23 de Borg y de Sampras).
Pero si hubo un hito destacado en Rotterdam ese fue que Federer selló con un triunfo su vuelta al número 1, ya que hoy iniciará su semana 303 como líder con 345 puntos de ventaja sobre Nadal. Federer tiene asegurada esta posición hasta Indian Wells y vuelve a ella más de cinco años después. En un momento dulce, ayer firmó el pleno de 12 victorias en 2018 con un juego a base de magia