Ha nacido el ‘Oriolismo’: el nuevo ídolo del Palau
En cuatro años ha pasado de LEB a ganar Liga y Copa
Pierre Oriola (25 años, 2,08) estaba jugando hace tan sólo cuatro años en la LEB y ahora, tras conquistar Copa 2018, se ha convertido en el nuevo ídolo de los aficionados azulgrana. Más rápido, imposible.
Formado en las categorías inferiores del CN Tárrega, de su ciudad natal, y posteriormente en las del Lleida Bàsquet, Oriola pasó después por el Bàsquet Manresa (2009-2012), de nuevo por el Força Lleida (2012-2013) y por el Peñas Huesca (2013-2014), antes de dar el salto a la Liga ACB con el CB Sevilla en 2014. Su progresión hizo que el Valencia Basket, con Pedro Martínez de entrenador, le fichará dos años después y ahí asomó la cabeza en la elite ganando la Liga, siendo subcampeón de Copa y de Eurocup y siendo convocado por Scariolo para la selección absoluta. El Barça pagó su cláusula de rescisión y le puso sobre la mesa un contrato por cuatro años.
La inversión ya está dando sus frutos. Durante toda la Copa los aficionados del Barça presentes en Las Palmas de Gran Canaria no dejaron de corear ‘MVP, MVP’ cada vez que hacía algo positivo sobre la cancha. La conexión de Oriola con los aficionados es brutal. Fue él quien subió a la grada con el trofeo en las manos para hacer participe de este éxito a esos fieles seguidores que se habían viajado para apoyar al equipo. La imagen de todos ellos cantando el himno del Barça es tremenda. También fue él quien hizo salir primero a Navarro y luego a todo el equipo a la cancha, ya medio vacía, para que saludaran y dieran las gracias a esos fans.
Su rendimiento en la cancha en esta Copa ha sido excelente (12,3 puntos de media), pero su influencia va más allá de eso, porque su energía y su pasión son contagiosas. Su imagen de guerrero en la pista contrasta, sin embargo, con la tranquilidad que inspira fuera de ella. Horas antes de la final, sentado en el hotel de concentración del equipo, explicaba lo contento que está en Barcelona y lo bien que se ha adaptado al equipo. El Barça, en definitiva, ha acertado con él. Tiene en sus filas a un jugador de enorme valor que le va a ayudar a edificar un proyecto ganador. Y los aficionados tienen a un nuevo ídolo.
Ha nacido el ‘Oriolismo’