Una historia propia
Los jugadores de la Real, los 21 que viajaron ayer hasta Salzburgo, tienen ante sí la oportunidad de empezar a escribir su historia europea con la entidad blanquiazul. Porque más allá de la muga, apenas son conocidos y sus actuaciones no han estado a la altura de las circunstancias, ni en la fase de grupos de la Champions League de la 13/14, donde no fueron capaces de ganar un solo partido, ni en la fase previa de la Europa League de la 14/15, donde el Krasnodar se llevó por delante el que hasta la fecha ha sido el último sueño europeo de la Real.
Eusebio y sus jugadores tuvieron ayer la oportunidad, mejor dicho, el honor, de viajar al lado de dos mitos vivientes como son Luis Arconada y Roberto López Ufarte. Ellos, junto a esa generación de futbolistas irrepetibles, escribieron algunos de los capítulos más brillantes de la historia de este club. No solo en la competición casera, también lejos de casa. De hecho, si no llega a ser por la calamitosa actuación de un colegiado de nombre Bruno Galler, se hubieran plantado en la final de aquella Copa de Europa de mayo del 83.
Hoy la Real, sus jugadores, se juegan algo más que su prestigio. Tienen ante así un partido con el que muchos llevan soñando desde hace años. Ha llegado el día y no pueden fallar. Hoy menos que nunca. En juego, seguir escribiendo su historia europea. Lo contrario, la eliminación, sería un varapalo difícil de superar y asimilar