Otra lección de liderazgo sin faltas
Desde que forzó para jugar la vuelta de semifinales de la Copa del Rey frente al Valencia en Mestalla Gerard Piqué no ha dejado de dar más ejemplos de compromiso con el Barça. El martes, en Stamford Bridge, volvió a saltar al césped con la rodilla derecha vendada dos semanas y media después de aquella entrada a destiempo de Gerard Moreno en el derbi de Cornellà El Prat minutos después de que empatara el partido contra el Espanyol. En Eibar, otro partido exigente antes de visitar al Chelsea solo tres días después, tampoco se arrugó hinchándose a sacar balones aéreos.
Piqué no se reservó en Ipurúa pero no lo acusó contra el equipo de Antonio Conte. Gerard, aclamado por los 2.000 aficionados del Barça que acudieron al estadio londinense a empujar a los jugadores de Ernesto Valverde, fue el único defensa azulgrana que no cometió ni una falta. Umtiti (2), Sergi Roberto (2) y Alba (1) sí debieron derribar a rivales.
Solo un pase malo de 79
Siempre bien posicionado anticipándose al peligro de los futbolistas de Antonio Conte, en especial Eden Hazard y el goleador Willian, ‘Piquenbauer’ sacó nota alta en su partido número 95 en la Champions League. Rozó su duodécimo gol en la competición en un córner donde fue objeto de penalti por parte de Rüdiger. El turco Cüneyt Çakir lo pasó por alto pero Piqué no se perdió en batallas dialécticas y bajó rápido para guardar su zona. Por si fuera poco, fue el azulgrana con mejor porcentaje de pase (99%). Solo erró uno de 79