Messi, a por otra víctima para su colección
Leo Messi acumula decenas de ‘víctimas’ en sus 14 temporadas en el Barça pero hay equipos a los que todavía no ha conseguido marcar. Algunos porque se le resisten a pesar de haber disputado varios partidos y otros por que solo ha jugado uno contra ellos. El caso es que podría tachar de la lista a dos en cinco días. El primero, el que suponía su rival 29, fue el Chelsea en los octavos de la Champions League y hoy puede llegar el segundo, el Girona.
En el partido de ida en Montilivi, Messi no pudo marcar, aunque llegó a participar en los tres goles (0-3) de una forma indirecta. El principal motivo fue el estricto marcaje al hombre que Pablo Machín ordenó a Maffeo sobre el argentino, sexto en la clasificación de la Bota de Oro con 20 goles, a tres de Cavani y Kane, líderes con 23 goles.
Maffeo se dedicó ‘full time’ a no dejar jugar al genio argentino, a costa de renunciar a su propio disfrute. El marcaje individual, visto hoy como un anacronía, ha sido uno de los infinitos métodos que han usado los técnicos que se enfrentan al Barça con la intención de minimizar a Messi.
Aquella noche de septiembre, en Montilivi, Messi sólo pudo rematar dos veces. Maffeo le dedicó una vigilancia personal propia de un jefe de estado. Tanto fue así, que Messi llegó a charlar con su ‘guardia de seguridad’ sobre cosas de la vida. El propio Maffeo, que aquel día jugó 78 minutos, desveló que le preguntó por su edad y por si venía cedido del City.
Ya en la Supercopa de España, Zidane aplicó esa receta táctica ancestral poniendo a Kovacic sobre Messi. Incluso Valverde, cuando dirigía al Athletic, lo probó con Mikel Balenziaga. Machín consideró el marcaje individual de Maffeo a Messi como una minivictoria táctica