El estirón de Odei Jainaga
Odei Jainaga (Eibar, 1997) ha concedido más entrevistas esta semana que en toda su vida. “Me las he tenido que apuntar en la agenda porque había días que tenía hasta dos”, confiesa riendo. No es de extrañar teniendo en cuenta que el pasado fin de semana en Castellón batió el récord de España de jabalina que tenía desde hace 15 años Gustavo Ducal, convirtiéndose en el primer español en superar los 80 metros. Si a eso le añades que sólo tiene 20 años y que ésta es la tercera temporada en la que se dedica exclusivamente a la jabalina, es evidente que su futuro es más que esperanzador porque aún tiene un gran margen de mejora.
Con el lanzamiento de 80,64 ha conseguido el billete para el Europeo de de Berlín, donde se encontrará con gente como Johannes Vetter, que tiene la segunda mejor marca de todos los tiempos con 94,44 o el también alemán Thomas Rohler, que ha llegado hasta los 93,90. “Estoy encantado, iré a intentar mejorar aún más mi marca. ¿Si puedo acercarme a los 90 metros? Poco a poco, pero puestos a soñar vamos a hacerlo siempre a lo grande, así que ¿por qué no? Eso sí, a los 100 ya lo veo más difícil”, ríe de nuevo. Está feliz y se le nota. Habla con el mismo desparpajo con el que soltó justo después de lograr el récord: “No estaba bien, el entrenador me ha dicho que tiraba como sin fuerza, así que me he echado un poco de agua ‘pa’ espabilarme, he pedido unas palmas y ha salido”. Con igual sencillez explica su extraordinaria progresión en estos últimos tres años: “La jabalina es una mezcla de técnica y de fuerza, pero fuerza con velocidad y últimamente he mejorado en la técnica y además he pegado un estirón. Ahora mido 1,95. ¡Si es que antes era un tapón! casi no podía con la jabalina porque me pesaba mucho y al crecer he ganado fuerza, más músculo y en técnica he trabajado en el bloqueo final. Esta ha sido la clave”.
El deporte en las venas
El eibarrés cuenta divertido que lo que más le han preguntado es qué le dice su madre, Cristina Larrea, que fue campeona de España de jabalina tres años consecutivos en el 92, 93 y 94: “Y no me dice nada, que se alegra, me anima y punto, pero igual que mi aita, vamos. Que mi madre no me ha dado ningún consejo en especial ni se ha empeñado en que me dedicara a esto”. En lo que sí insistieron fue en que practicara deporte y Odei ha probado de todo: “Empecé con kung-fu, después un año de natación, también pelota vasca, fútbol, balonmano y luego ya atletismo con todas las disciplinas desde longitud, triple, disco… Siempre he sido bastante movido”. En el fútbol, en infantiles del Eibar calentó mucho banquillo “porque coincidí con Mikel Oyarzabal, que somos los dos zurdos, y casi siempre jugaba él”.
Hace cuatro años, después de sufrir varias lesiones, se dio cuenta en una prueba de lanzamiento de jabalina que había mejorado mucho “y sin tener apenas técnica, así que probé, fui a ver a José Antonio García Feijoo y ya empecé a entrenarme con él los fines de semana en Bilbao porque entonces vivía en Vitoria donde estudiaba Magisterio. Después ya me becaron en Bilbao, donde resido ahora y sigo con mis estudios y los entrenamientos. A ver, que tampoco estoy en Medicina o una Ingeniería, lo puedo combinar bien y además, para qué te voy a engañar, no me gusta mucho estudiar. Me esfuerzo en lo que me esfuerzo. Sólo tengo libre el domingo, el resto de días es ir a clase por la mañana y entrenarme por las tardes”, cuenta.Y sabe que no puede llevar la misma vida que un joven de su edad. “De salir nada, tengo que cuidarme, pero al menos puedo comer lo que quiero aunque sé que en breve me pondrán un dietista y ahí ya me meterán el tijeretazo”.
Al hijo de su entrenador, que también es lanzador de jabalina, le compró las dos que tiene “de segunda mano y por 1.000 euros, que una buena cuesta 1.500 y nunca tienes la seguridad de que no se pueda partir”.
Como en casa, en ningún sitio
Su club es el Eibar, filial de la Real Sociedad, que le ha ayudado tanto deportiva como económicamente: “Sin ellos esto no sería posible”. En cuanto comenzó a conseguir resultados llamaron a su puerta el Playas de Castellón y el FC Barcelona: “Y me ofrecían bastante dinero comparado con lo que estaba ganando el año pasado, pero el presidente de la Real y la Diputación Foral de Gipuzkoa no querían perderme y llegaron a una cifra similar. Vamos, que como en casa, en ningún sitio”.
En el horizonte ya asoman los Juegos de Tokio, a los que Odei Jainaga podría llegar con solo 22 años cuando la edad ideal en su deporte está en torno a los 26-28. “Han cambiado el sistema. Para Río, por ejemplo, con lanzar 83 metros ya estaba. Ahora hay que puntuar en competiciones internacionales y debería estar en los 86 de forma regular, así que fácil no va a ser, pero sueño a lo grande, como debe ser”
El eibarrés de 20 años es el primer jabalinista español que lanza más de 80 metros
“He crecido hasta el 1,95. Antes era un ‘tapón’ y casi no podía con la jabalina”