Chapucero sainete
La Real cerró ayer, de forma relámpago, el fichaje de Miguel Ángel Moyá, un portero de prestigio para una portería que el propio club ha convertido en un sainete esta temporada con una planificación que no es de recibo en la elite. No debería salirle gratis a Loren, responsable de la misma, cuya imagen cada vez está más tocada. El deterioro en el rendimiento de los dos porteros que el director deportivo eligió para afrontar una campaña tan exigente como la que encaraba la Real ha sido tal, con la guinda del partido en Mestalla, que los rectores txuri urdin se han visto obligados a fichar un tercer meta sobre la marcha, a cerrar una contratación de prestigio. Que nadie pueda discutir. Aunque para ello tuvieran que decir ‘Diego donde dijeron digo’. Resulta difícil de calificar, sin recurrir a que todo parece fruto de la más pura improvisación y a que habla muy mal de su chapucera forma de planificar, que hayan tenido que constatar, con sus actuaciones, que este viaje le venía grande a Toño Ramírez, al que hace sólo unas semanas renovaron calificando la maniobra de estratégica. ¿Cómo es posible que le dieran otro año de contrato a un portero al que ahora dejan marcado con el fichaje de Moyá sin que su credibilidad deportiva estuviera acreditada? El viraje radical, menos de una semana después de que el presidente declarara que no iban a fichar a nadie, deja una vez más en entredicho la labor de Loren, cuyo plan para la portería salta por los aires tras fichar a un suplente que no molestara y que, en cuanto ha tenido que actuar, ha sido eliminado de la escena. ¿Asumirá alguna responsabilidad Loren ?Lo dudo. Otra huida hacia adelante. Ahora bien, con Moyá ya entre nosotros, si está en condiciones, mañana debe jugar. Esto es fútbol profesional