El Girona duerme en la séptima plaza
A falta de los partidos de Eibar y Betis, los de Pablo Machín ocupan un puesto que previsiblemente llevaría a Europa tras superar al Celta
Un gol de Portu en el minuto 15 del primer tiempo sirve al Girona para superar al Celta de Vigo, en un partido clave para la lucha por la séptima plaza. Con este triunfo, el quinto consecutivo del equipo en Montilivi, los catalanes suman 37 puntos y se colocan en una posición privilegiada que podría dar acceso a la Europa League.
Pese al frío que hacía en Montilivi, y a la floja entrada que presentaba el feudo de los catalanes, el Girona se encargó de poner alicientes al partido.
Stuani tuvo la primera para los de Machín cuando apenas se había jugado 5 minutos, pero su remate después de un gran control con el pecho salió desviado a la izquierda de la meta celeste. En un duelo donde dos uruguayos querían ser protagonistas, Maxi tomó el relevo de su compatriota y buscó el gol con un potente disparo desde fuera del área, al que reaccionó con solvencia Bono.
El trepidante inicio de los de locales no tardó en tener premio, en una acción ensayada, para volver a demostrar que la pizarra de Jordi Guerrero es una de las mejores de la categoría. Granell la puso rasa al primer palo, y Planas que jugaba su primer partido como titular, la dejó atrás con un sutil toque para que Portu, por undécima vez esta temporada, mandase el balón al fondo de la portería de Rubén Blanco, que pudo hacer más.
Con el marcador arriba, y volviendo a hacer un excelente partido en casa por enésima vez consecutiva, el Girona no bajó el ritmo y insistió en buscar el segundo tanto, pero Sergi Gómez, rápido y atento se anticipó un par de veces a Stuani.
Pese a no controlar el encuentro, el Celta daba sensación de peligro en cuanto se acercaba al área con Iago Aspas y Maxi. El uruguayo del conjunto gallego tuvo el empate cuando se rondaba la media hora de juego, pero Juanpe se lanzó al suelo e impidió el tanto.
En los últimos 10 minutos del primer tiempo los de Unzué dieron un paso al frente en cuanto a la posesión del balón, el Girona aceptó esto
El único gol del partido fue obra de Portu (15’) en una jugada a balón parado
con naturalidad, pero apenas sufrió en ningún momento porque los tres centrales de Machín estuvieron solventes en todo momento.
Los visitantes querían, pero no podían. Los de Unzué pasaron a ser los dueños del esférico en la reanudación, pero pese a que tocaban y tocaban lo hacían en una posición poco peligrosa y siendo totalmente estéril. El turco Emre Mor, novedad en el once gallego, era quien más ganas le ponía en el ataque de su equipo, pero pecó de individualista en más de una ocasión.
Eficacia y eficiencia
El equipo de Machín ha demostrado ya en más de un partido esta temporada que no necesita ser protagonista para meter el miedo en el cuerpo al equipo rival, y a balón parado estuvo apunto de hacer el segundo tanto. Ramalho se anticipó a la salida de Rubén Blanco al primer palo pero su cabezazo se marchó ligeramente desviado por arriba del travesaño.
El Girona, como casi siempre, dominaba a la perfección todas las segundas jugadas y esto hacía que a los gallegos le costase muchísimo poder generar peligro.
Aspas, nervioso, pero con ganas, tuvo una buena oportunidad en el 73’, pero el delantero de Moaña se precipitó en la definición y su intento de vaselina a Bono quedó corto.
La entrada de Aleix García por Borja a falta de 20 minutos dio tranquilidad y serenidad al cuadro catalán, que en todo momento entendió que necesitaba el partido. Sin opciones claras en ataque por parte de ninguno de los dos conjuntos, el Girona lo volvió a intentar a balón parado, pero a Bernardo se le apagaron las luces y remató, de primeras, muy desviado.
Sólidos como siempre, el Girona apenas sufrió apuros para aguantar los últimos minutos en los que al Celta le faltó, como en todo el partido, algo de claridad en los metros finales, donde se deciden los encuentros