UN CANDADO MUY TARDIO
La Real empata ante el Betis firmando un gran partido defensivo en el debut de Moyá, que firma dos buenas paradas Los txuri urdin dejan escapar el último vagón del último tren europeo, pero el descenso sigue muy lejos, a 10 puntos
La sobriedad y las buenas prestaciones defensivas han llegado demasiado tarde, cuando ya no hay nada jugoso en juego. La Real sacó un punto en el Benito Villamarín en el debut de Miguel Ángel Moyá, un portero de entidad que ofreció dos grandes paradas, seguridad y tranquilidad sin realizar un solo entrenamiento serio con sus nuevos compañeros. Lástima que a esta Real sin brillo y con ausencias muy importantes -sobre todo la de Willian José- le faltara la chispa y el talento necesarios para aprovechar las notables facilidades de un Betis que llegaba lanzado. Un punto más lejos de Europa y del descenso y más cerca del desierto clasificatorio: a falta de 12 jornadas, a 11 puntos del sexto y a 10 del 18º.
La Real, especialmente sus defensas, tuvieron la gozosa y tranquilizadora sensación de estar protegidos por un guardián de entidad. Por fin. Un portero que realizó dos paradas decisivas en sendos lanzamientos con intención de Tello, que estuvo conectado al juego para salir a despejar o evitar corners innecesarios y que estuvo muy atinado con los pies, sin llegar a jugar con fuego. Benvingut, Moyá. El problema es que es marzo y esto acaba en mayo, la Real está fuera de la Copa del Rey y de Europa y sin opciones de nada en la Liga. Demasiado tarde. Resolución lentísima de un problema que se palpaba desde el primer mes de competición. Moyá jugó sin realizar un solo entrenamiento serio con la Real. Cuán profundo sería el socavón y necesario otro portero, más ahora, con Rulli lesionado. Qué buen fichaje, pero qué desastre de planificación.
El punto ante un conjunto alegre y con poderío como el Betis en su cancha podría considerarse un buen botín en otras circunstancias, pero no le alcanza a la Real, que ayer perdió el último vagón del último tren hacia Europa. Los 11 puntos que le separan del sexto y los ocho que le distancian del séptimo son excesivos para este
Es reconfortante y tranquilizador tener un portero que para, no falla y está conectado
equipo que no termina de carburar en condiciones. Loren habló de títulos, cuando estaba crecido allá por septiembre. Pues en marzo está sin objetivos. Pero que se le cuestione es un problema de los informadores, a su juicio. Tela.
Cinco canteranos de inicio
Moyá fue la gran novedad en un ‘once’ inicial en el que Eusebio utilizó a nueve titulares del encuentro de cinco días antes en Mestalla: todos menos el portero y Héctor Moreno, que salió por Aritz Elustondo para componer un ‘once’ con sólo cinco canteranos.
Desde los primeros minutos, el encuentro ya tomó trazas de ruleta rusa, era de constante ida y vuelta sin demasiadas estaciones intermedias, de matar o morir. Paradójicamente, apenas hubo ocasiones o sobresaltos.
En la Real era Sergio Canales, partiendo desde la derecha, el que capitalizaba el ataque. Recogía por dentro y tuvo la habilidad de llevar el cuero hasta las inmediaciones del área con rápidas conducciones y algún quiebro. Illarra también filtró algún buen esférico por dentro que hizo mucho daño. La Real, sin agobiar demasiado al oponente, por lo menos conseguía forzar corners -sacó media docena en la primera
parte- y tener presencia en campo contrario.
Al Betis le costaba hilvanar juego en el feudo realista, pero gozó de una inmejorable oportunidad de adelantarse con su recurrente fútbol directo. Adán la puso en largo, peinó Fabián, creando un desajuste entre los centrales realistas y provocando el duelo mano a mano de Tello con Moyá. El balear aguantó de pie al atacante y sacó una gran mano, la derecha, cuando el punta se la intentó cruzar por arriba. Buena parada.
Escasas oportunidades
En el cuadro guipuzcoano, las ocasiones no llegaron a ser completas. Canales sacó un córner en corto hacia Illarramendi, que trazó un centro perfecto. Moreno, que parecía en condiciones de golpear franco con la testa, lo hizo mordido y salió desviado. Al filo del descanso, Oyarzabal lanzó en largo a Juanmi, que controló y puso un goloso centro raso horizontal al que no llegaron por centímetros o décimas de segundo primero Oyarzabal y luego Zurutuza, que recibió el impacto del portero.
La Real, un tanto desorganizada, sufrió en los primeros compases de la segunda parte. Cedieron la iniciativa a un Betis que empezó a encontrar por dentro a Fabián y Boudebouz y en largo a Tello. El ex del Barcelona obligó a Moyá a rubricar su segunda gran intervención con un disparo de rosca al segundo palo que se topó con la mano izquierda, fuerte, del malloquín. Un minuto después, Júnior, tras una dejada de Fabián, susurró al oído de la escuadra. El acoso bético se concretó asimismo en un centro-chut de Tello que casi se cuela y un chut muy cruzado de Junior.
La Real supo aguantar de pie estas embestidas y logró girar el partido en su ‘rush’ final, pero no sacó partido de las constantes pérdidas en la salida de balón de los sevillanos. Buscó el tanto hasta el final, pero su entrenador se despistó y metió a su nueve puro, Bautista, ¡¡¡en el minuto 92!!!, con uno por jugarse. Antes, Canales quiso batir en parábola a Adán, Mandi casi desvía a gol un centro de Januzaj y Adán le hizo un paradón soberbio a Odriozola, que había chutado cruzado, habilitado por Canales.
No ganó la Real, pero tampoco perdió. No marcó y tampoco encajó. No está arriba y tampoco está abajo. No aspira a Europa, pero tampoco teme por el descenso. Es ya una Real ‘sin’. Sin muchas ambiciones, sin la determinación y la calidad que el año pasado le llevaron a ganar todos los partidos como el de ayer, sin una dirección solvente desde el banquillo...pero ayer con un portero
El Betis concedió unas facilidades que no supo explotar esta Real opaca y plana