“ERA UN RETO QUE DEBÍA COGER”
Para Moyá, fichar por la Real “era una oportunidad” única y llega a Donostia muy ilusionado Es consciente de que la de Anoeta “no es una portería cualquiera” y acepta el desafío
El aterrizaje de Miguel Ángel Moyá en la Real no ha sido el habitual de un fichaje. Los acontecimientos se han desarrollado de tal manera que antes de su presentación, ya había jugado su primer partido, dejando una impresión francamente buena. “No me sorprendió salir de inicio. Estaba preparado. No vengo de estar parado”.
Acompañado de Jokin Aperribay y de Lorenzo Juarros en su presentación como jugador de la Real, el guardameta reconoció de primeras que “en todos los años que llevo de profesional no me había sucedido el hecho cambiar de equipo en tan poco tiempo”.
La intención de Miguel Ángel Moya era la de no moverse del Atlético de Madrid, pero la llamada de la Real le hizo cambiar de parecer. “Lo ha hecho un gran equipo, que desde que soy futbolista profesional siempre me ha caído en gracia. Me ha parecido un equipo súper bien estructurado, muy profesional y la oferta en cuanto a años de duración, era un reto personal que debía coger”. Recuerda que “la vida del futbolista pasa rápido. Era una oportunidad única de vivir una experiencia en un club del que tengo grandes referencias tanto del equipo como del vestuario. Llevo 48 horas como futbolista de la Real y es como si los conociera de hace dos años”.
Moya se enteró del interés de la Real durante la celebración del cumpleaños de Cerezo. “Se paró un momento y me comentó que Jokin le había llamado preguntando por mí”, reconoce. A partir de ahí se desarrollaron los acontecimientos y Moyá ha acabado en la Real, donde ya ha comprobado de primera mano el nivel de las instalaciones de Zubieta: “Griezmann me dejó caer que me iba a una de las mejores ciudades deportivas de Europa y la verdad es que estoy alucinado”.
Es consciente de que llega a una portería legendaria: “A Arconada no le vi jugar, pero tengo todas las referencias. Conozco a Asier Riesgo, con el que mantengo una gran relación y en los últimos años ha estado jugando Claudio Bravo, un portero de nivel mundial. En este sentido, asegura que “no es una portería cualquiera. Las porterías de los equipos grandes es lo que tienen y hay que adaptarse”, matiza.
Lo que le ha convencido a Moyá para fichar por la Real “es el club en sí”. Se explica: “Ellos -ni Aperribay ni Loren-, me tenían que convencer de lo que es la Real. Tenía muy buenas referencias de los últimos años. Tengo relación con los jugadores más experimentados, Xabi Prieto, Zurutuza, Illarramendi, Carlos Martínez. Conocía perfectamente la Real. Es uno de los equipos de primera que siempre me ha caído en gracia. Cuando se me presentó la ocasión, dije: ¿por qué no?”.
Moyá terminó “satisfecho” de su primera puesta de largo. Pero aparte de por su actuación, “por llegar, jugar enseguida. No era papeleta fácil”, asegura. Le bastó una simple toma de contacto con sus nuevos compañeros y con Eusebio para ponerse bajo palos. “Si eres hombre de fútbol, entiendes el concepto que quiere la Real, en este caso a partir del entrenador”. Con Eusebio mantuvo una pequeña charla: “Me explicó cuál era su idea y le dije que intentaría acercarme lo más posible, pero más allá de eso, el portero también tiene la función de parar, intenté hacer un ejercicio importante de concentración, y salió bien”.
Moyá llega para aportar “mi fútbol y mi experiencia”. Además, “aportar ese granito de compañerismo. Es lo que he intentado durante toda mi vida: ser un gran compañero, y eso me ha avalado siempre. Estar siempre a favor del equipo, del entrenador y ser positivo”