Bidasoa empata y pudo ganar
Gurutz Aginagalde evitó que el último lanzamiento de Azkue diera el triunfo a los irundarras
Este Bidasoa se ha convertido en un equipo imprevisible y como tal no hay que dar nada por sentado de antemano. Seguramente después de perder ante Benidorm eran pocos los que apostaban por un buen resultado de los irundarras en Logroño ante un rival lanzado. Sin embargo, los de Jacobo Cuétara no sólo fueron capaces de empatar, sino que tuvieron un último lanzamiento por parte de Azkue para haber ganado el partido, pero Gurutz Aginagalde lo evitó con una parada salvadora para su equipo. Una lástima.
Lo cierto es que el Bidasoa, con un ritmo alto, comenzó dominando en el marcador (5-7, m. 11) gracias a su acierto en ataque y a las buenas prestaciones de Rangel en portería. Iñigo Aldaba puso a los irundarras por delante por última vez (8-9, m. 19) antes de que Logroño, amparado en un inspirado Kupra, encadenara un parcial de 7-1 que hizo saltar las alarmas (15-10 m. 26).
Jacobo Cuétara pidió tiempo muerto y logró abortar el intento de despegue riojano gracias a una buena defensa y a los tres goles consecutivos de Nonó que mantuvieron a los irundarras cerca en el marcador antes de descanso (1513). El inicio de la segunda mitad fue una continuación del final de la primera. Salinas puso al Bidasoa a uno (15-14) a los pocos segundos de la reanudación y tras otro tanto de Iker Serrano el Bidasoa volvió a tomar la iniciativa en el marcador (17-18, m. 34). Popovic amplió la renta guipuzcoana a dos goles (18-20, m. 36) ante un Logroño que no daba con la fórmula para cortar el ritmo alto de juego de los de Cuétara.
Pese a todo, la calidad de Logroño, privado de Garabaya por enfermedad, le dio para volver a ponerse por delante y para entrar en los diez minutos finales con tres goles de ventaja (25-22) apoyado en la buena labor de Gurutz Aginagalde en portería.
Pero Bidasoa no cedió. Tuvo la virtud de agarrarse al partido y Kauldi, con tres goles, acortó distancias (26-25, m. 53) antes de ser excluido. Tras los dos minutos en el banquillo, y con 28-26 en el electrónico, el zumaiarra volvió a marcar otros dos tantos para empatar el choque (28-28, m. 57). Luego, Salinas y Popovic neutraliza- ron los tantos de Kusan y Ángel Fernández para llegar a los últi- mos 52 segundos con empate a 30.
Logroño atacó para ganar el partido, pero el lanzamiento de Imanol Garciandia lo sacaron entre Rangel y el poste, dejando unos pocos segundos al Bidasoa para que buscara la victoria. La tuvo Azkue, que lanzó desde siete metros para que Gurutz impidiera que la alegría irundarra fuera mayúscula