Leroy Sané El despertar de un diablo de banda
Pocos se verán sorprendidos al oír hablar de Leroy Sané, a pesar de que se trate de un jugador de solo 22 años. Se ha hablado de él desde hace varias temporadas como de uno de los mayores talentos que a dado Europa en la última década y, como no podía ser de otra manera, Alemania. Pero, si a alguien no le sonaba su nombre, dejó de hacerlo cuando el Manchester City se lo trajo por 50 millones de euros la pasada temporada.
Pep Guardiola estaba obsesionado en el germano. Fue un caso similar al de Kevin de Bruyne, lo vio en la Bundesliga y de inmediato se enamoró de él. Felicitó a Alemania por tener un talento tan grande, lo que era una clara declaración de que en un futuro próximo iría a por él. Y vaya si fue así. Llegó a Manchester y se trajo al futbolista que el Shalke dio a conocer a Europa en un partido contra el Madrid, en el que el joven Sané llevó de cabeza a la defensa blanca y a Iker Casillas en el Santiago Bernabéu.
Desde entonces, un buen jugador, que esta temporada ha dado el salto para ser algo más, y es el tapado de la delantera del Manchester City, en la que los goles de Agüero y Sterling tapan su más que excelente rendimiento, algo que le funciona bien para seguir sorprendiendo. Aunque, para sorpresa, su posición. No porque juegue de extremo, sino porque Pep, con mucho acierto, lo ha pasado a la izquierda, donde explota sus virtudes en el uno contra uno, con un cambio de ritmo vertiginoso y un regate en seco muy difícil de contener. La línea de fondo, su mejor aliada para centrar, siempre en busca de la llegada de un segunda línea, con gran precisión. No olvidar tampoco, su buen disparo de perfil abierto, rápido tras un buen recorte de derechas. Pasada media temporada el germano está logrando unos números extraordinarios: suma 12 goles y 15 asistencias en todas las competiciones, siendo capital para el equipo en los últimos metros y superando con creces los registros de la pasada temporada.
El proyecto de jugador que tenía en mente Pep, cambiado desde su base de posición, que le ha dado a Sané la capacidad para explotar definitivamente, teniendo opciones incluso de arrancar como titular en el próximo Mundial de Rusia, ya que es una amenaza para cualquier defensa